Quinto Congreso Internacional de Historia de América
160 JUAN JOSÉ VEGA Gregaria Apaza, bella india hermana de Túpac Catari habíase convertido en amante del joven Andrés. Resultó así convertida en nexo vital de las dos facciones rebeldes (40). Apodada "reina" y "virreyna" por los suyos, gozaba de gran influencia y la usó para e.l bien general. Su hermano quedó en libertad y continuó con mando militar. Túpac Catari aceptó desde entonces la jerarquía de los "incas". Incluso cuando Andrés Túpac Amaru tomó Sorata, éste pasó a auxi-– liar a Túpac Catari en el sitio de La Paz. Permanentemente se vería después a Túpac Catari al lado de algunos emisarios tupacamaristas procedentes de regiones cuzqueñas, enviados para ayuda y control. Eso sí, como resultado de estas pugnas, Túpac Catari hizo ahor-– car posteriormente a Tito Atauchi, quien -según parece- había abu-– sado del encargo que se le confío, arrebatando bienes a su importante prisionero (4). Existen indicios de que estas rivalidades entre caudillos poseían mayores raíces. La extrema susceptibilidad entre los distintos líderes es tanto más explicable po,r cuanto los sucesos relatados ocurrieron, w tal como hemos incidido, cuando ya estaba cautivo en el Cuzco José Gabriel Túpac Amaru, hasta entonces indiscutido conductor de la re-– belión. La .lucha interna por la jefatura suprema de la revolución está abierta. El dominio de Diego Cristóbal no siempre fue absoluto a causa de la violencia del proceso, a lo dilatado de las comarcas alzadas y a las pésimas comunicaciones andinas de esa época. Túpac Catari tuvo que afrontar también graves problemas en propias filas; hubo gente que se propasó mucho más allá de sus miras. Así tuvo que ahorcar a su paisano de Ayoayo, el jefe Marcelo Calle, "por las muertes y asesinatos que cometía sin su licencia" ( 13). En otros casos hubo auténticos motines de algunas unidades revoluciona-– rias contra sus caudillos ( 14). Pero la supremacía de los llamados "incas" ( todos los parientes de José Gabriel Túpac Amaru) siempre resultó acatada por Túpac Catari y en especial durante las etapas postreras. Siempre habló de José Gabriel como "primer rebelado" y se refería a los deudos de éste (Diego Cristóbal, Miguel y Andrés) tratándolos de "incas"; aun du-– rante el cerco de la ciudad de La Paz terminó reconociéndoles la su-– prema autoridad ( 15) ( 16). Pero en forma subrepticia quizá alentó grupos propios, a causa de cierto desagrado que le causaban los Incas quechuas. Así. el 8 de abril de 1781, en medio de encarnizados combates en las cercanías de Puno, el Corregidor Orellana, alma de la resis-· tencia realista, escribe a sus superiores que unos indios aclaman a Tú,.,
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