Quinto Congreso Internacional de Historia de América

198 MANUEL JESÚS APARICIO VEGA les dijo el Salvador; Venid en pos de mí, y Y o os haré pescadores de hombres, y en el mismo instante obedecen, dejaron las redes, el Barco y el Oficio. y siguieron al Salvador: Continuo relectis retibus secuti sunt eum = Este exemplo de una entera obediencia, que nos propone el día de hoy el evangelio dándonos en cara con nuestra contumacia manifes– tándonos con el exemplo del Aposto! que el desordenado amor que te– nemos nosotros mismos a nuestros bienes y a nuestros empleos es la causa de no seguir los llamamientos de nuestro Dios, el que si conti– nuamente con el exemplar de su Santa Vida y la de sus Apostoles y Dicipulos nos llama a ser perfectos, ya que nosotros por no dejar las caducas comodidades de nuestros oficios, o por la perecedera esperanza de nuestra gloria nos hacemos sordos a sus voces y esta es la consequen– cia de que no podemos imitar a los Santos que diariamente nos propo~• ne la Iglesia, diciendonos Qui amat animam suam plusquam menom est me dignus. Y en su confirmación Venid enemigo y preguntad a cada uno de los Christianos de estos nuestros tiempos, ¿porque no obedecen con prontitud a los continuos llamamientos que Dios les hace a sus acomodas esperanzas que no aman a Dios sobre todas las cosas y al Proximo como a nosotros mismos su conciencia, y responderán por no dejar sus intereses y su oficio, y las adelante, y preguntadoles: ¿Porque no aman a sus proximos como a si mismos, quando este es el gran Precepto de nuestro Dios, y os responderán que por el egoísmo que les ocupa todos sus sentidos y que no quicieran que hubiese más bienes y honores que los necesarios para saciar su apetito. Prosigamos pregun– tando de casa en casa de familia en familia, y de Pueblo en Pueblo, porque estas son nuestras disenciones actuales entre unos hermanos hijos de una misma esencia y de un mismo suelo, y no nos darán ni pueden darnos otras respuestas que la falta de este amor cordial= Si lo dudais: Venid conmigo y registremos los Libros Sagrados por medio de su Apostol que este Nuestro Divino Maestro J esus, nos ha dejado hasta la consumación de los siglos para nuestra inteligencia y govierno: re– gistremos en ellos unde bello et lites in nobis y hallaremos su respuesta en la Epístola Canónica de Santiago Apostol el que nos dice: Que estas guerras. estas cedkiones y estos Pleitos .que nos rodean y nos turban el amor vienen y son originados: Aconscupiscentia ventris que mUitant in membra ventris. Si señores ese desordenado deseo de tener solo para si sobre nuestros hermanos, ese codiciar los bienes agenos que se nos está expresamente prohibido en el Decalogo, o envidia infer– nal de ver que sus hermanos por la eroycidad de sus obras, y cesaran siempre que la infernal semilla de las guerras de las cediciones y de los Pleitos, los que perturbandonos el orden de la caridad entre nos– otros mismos y estas discordias son las que nos impiden seguir a nuestro