Quinto Congreso Internacional de Historia de América

JOSÉ BAQUÍJANO Y CARRILLO EN CÁDIZ 545 idea cabal del asunto de Portuondo. Ud. reconocerá que nada se pide y sólo se proporcionan medios para el alivio de un hombre de honor y probidad injustamente oprimido y arruinado. Tome Ud. con eficacia esta obra que es de piedad y justicia y si está en la junta de amortiza-– ción, agite Ud. su despacho que nada puede detener" ( 34) . En julio de 1799 Baquíjano y don Jacinto Calero y Moreyra, quien pasa a formar parte de su comitiva, escriben a su común apodera-– do en Madrid, Nájera, felicitándolo por el nacimiento de su primogénito: ''Doy a Ud. los plácenos y enhorabuenas respectivas, -le dice Ca-– lero, que completa la particular circunstancia de ser un niño. Quiera la providencia conservarlo para que logre Ud. las delicias de su feliz unión y en lo sucesivo tenga un apoyo que haga la tanquilidad y el reposo de sus días" (35) . Con el primogénito de Nájera, Baquíjano '"3.mbiaría misivas tres lustros más tarde, cuando vivía los tristres días de su destierro en Sevilla ( 36) . En la misma carta alude Calero a la enfermedad de "nuestro benéfico amigo, nuestro incomparable Mayor" y pide que les propor-– cione noticias sobre ella para no sufrir intranquilidad e incertidumbre. También Baquíjano se refiere en varias cartas, con especial aprecio, al Mayor; seguramente el Oficial Mayor del Consejo de Indias o de al-– guna Secretaría o Ministerio en que se tramitaban sus asuntos. En otras cartas hay referencias imprecisas o encubiertas a per-– sonajes poderosos y muy apreciados; uno de ellos bien puede ser }ove-– llanos, el asturiano ilustre que tan favorable gravi.tación ha tenido en esa etapa de su vida. Baquíjano espera la nave que una y otra vez tarda en llegar por las circunstancias de la política internacional. Las cartas a Nájera no son por cierto una crónica sabrosa de su vida cotidiana en Cádiz, pero en cambio abundan en noticias sobre los problemas que embargaban en-– tonces su atención: las gestiones ante el Consejo de Indias para resolver sus asuntos administrativos; los de sus amigos y allegados; sus enreve-– sadas cuentas, que confirman la idea de Riva--Agüero sobre su incapa-– cidad para el ahorro; referencias crípticas a los poderosos amigos que pueden influir favorablemente en sus asuntos madrileños; vagas noti-– cias de América; desahogos ante sus adversidades; y, muy de vez en cuando, noticias inesperadas sobre su vida. Así, en julio del 99, a los tres meses de su estancia en Cádiz. es-– cribe a Nájera condoliéndose de la muerte de don Feliciano el <lepen-– diente de la oficina de su agente; alude al funcionario Albuerme, como un posible amigo en el Consejo, y se interesa por los negocios de la recientemente extinta Junta de Temporalidades (37).

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