Quinto Congreso Internacional de Historia de América
548 CÉSAR PACHECO VÉLEZ y políticos en Lima, en días difíciles para la unidad del imperio español; y a otros varios amigos como Gorostizu, de cuyos asuntos se ocupa con especial interés; Portuondo, Lecuanda, Ramón Cardona; Agustín de Villaba, Fiscal de la Audiencia de Charcas, su único amigo en Po,., tosí, según su propio testimonio (49); José Antonio Hurtado, su paisa,., no. el contador más antiguo del Tribunal Mayor de Cuentas del Vi,., rreinato de Buenos Aires (50) . Con alusiones a estos amigos y solici,., tudes de que le mantenga la suscripción a la Gaceta de Lima (51), las cartas de Baquíjano a N á jera en estos meses revelan el constante in,., terés en el asunto de su plaza en la Audiencia limeña, hasta que por fin, luego de quejarse de un señor Soto, del Consejo, que al parecer ha extendido una certificación de su caso que le es muy desfavorable ( 52), el 22 de agosto de 1800 le dice a N ájera que por otro conducto ha tenido noticia de que su asunto se ha resuelto, le encarece que de inmediato le procure una certificación, pues quiere marchar con ella al Perú, y le agradece por las "activas y repetidas diligencias" que ha realizado en procura de una resolución oportuna y favorable de su caso. En efecto, a través de la Secretaría de Hacienda, como él lo había supuesto, se le envían las certificaciones que le permitirán cobrar su sueldo en Lima ( 53) . APRESAMIENTO Y SAQUEO EN GIBRALTAR Pero a fines de enero de 1800 la correspondencia de Baquíjano con Nájera se interrumpe. En abril tenemos noticia, por el propio Ba,., quíjano, de lo que ha ocurrido. Se trata de un episodio hasta ahora com,., pletamente desconocido. pero muy explicable en las circunstancias de entonces en Cádiz: su prisión por los piratas in~Ieses que infestan la ruta, cuando, luego de tantas demoras, ya se había emb1rcado para el Callao, y la pérdida de su abundante y valioso equipaje. El 1 O de enero de 1800 le dice Baquíjano a su apoderado que "nuncs ha estadc tan bueno como ahora porque este clima cs. sin com,., paraóón. mucho más benigno que el de Madrid" y luego le informa: "pieriso embarc~rme en estos días·· (54). Dos semana'> más tarde, aun en Cádiz; el 24 de enero comunica a su amigo: "Si el tiempo lo permi,., te y no avisa la torre avistarse buque enemi~o. estoy prevenido pan dar a la vela esta noche. Aunque lleno de incomodidades, llevo la satisfacción de que dejo en usted un amigo verdadero en quien puedo fiar mis encargos" (55) . Y se extiende luego en consideraciones y pe,., didos ya reseñados, "He hecho a Ud. mi último testamento ... ". con.– cluye. Pero cuatro días más tarde, todavía en el puerto gaditano, in– forma a Nájera: "Aun no me lie embarcado por falta de buen tiempo
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