Quinto Congreso Internacional de Historia de América

596 GUSTAVO BACACORZO Recapitulando, diremos que toda la vida americana puede sub– sumirse cabalmente en dos fórmulas, histórica, filosófica y políticamente demostradas: - ESPAÑA-FIDELISMO (principio de autoridad) - PERU--INDEPENDENCIA (principio de libertad). Debidamente esquematizado aparece el cuadro ideológico en la adjunta ilustración. El "fidelismo" es históricamente un complejo de idolas. " ... un tema generalmente abandonado y, aunque de naturaleza negativa, no por ello deja de configurar la realidad histórica, confundida casi siem– pre con el quehacer antifidelista, es decir, independentista; corrientes que se interinfluencian en épocas críticas, para dar paso a superaciones imperativas", decíamos a propósito de la obra que publicara al respec– to Nieto Vélez (6). Ya Riva-Agüero, aludiendo a esta aptitud pasadista -aunque sin mencionarla-, dice que "El que escriba la histororia del servilismo en el Perú ( trabajo que sería utilísimo, porque explicaría cuando menos un tercio del carácter nacional) ha de encontrar seguramente en los re– cibimientos universitarios el más rico filón de su estudio en la Colo– nia". Refiérese a las salutaciones "académicas" a la llegada de cada virrey. Muy dura afirmación, pero cierta, aunque cabría exceptuar a aquellos sectores recalcitrantes que lo fueran por inercia mental o por honrada convicción. Pero dentro del "fidelismo" hay niveles hacia la transformación, bien que se mantuvieron todos ellos alejados de todo cambio perceptible. Encontramos a conservadores o absolutistas, de un primitivismo mental que no les permitía sino reconocer a la Corona como única fuente de dominación y expresión jurídica. Luego, los constitucionalistas, modera– dos o earlotinos, de tendencia liberal que "satisfacía a la vez los con– trarios sentimientos de conservación y réforma", naturalmente sin cor– tar lazos con la Metrópoli. Aceptaban la monarquía española, pero con,., dicionada a que fuera constitucional. Y finalmente, los autonomistas, para quienes el Perú y América es lógicamente una parte de España, pero que ha evolucionado y que -bajo la forma también monárquica– debe autogobernarse. Esto no significaría desligarse de la "Madre Pa,., tria" , la que mantendría suprema autoridad. Esta tercera posición equivale a una inconfundible semi,.,soberanía, o sea, exactamente una .. emancipación". Esta actitud ideológica es la más avanzada del "fidelismo" hispano.