Quinto Congreso Internacional de Historia de América

70 ABEL CARRERA NARANJO Pero es la verdad que con todas las virtudes y coraje de estas mujeres célebres, algo tiene Micaela que no podemos encontrar en Juana, en la madre de los Macabeos, Judith, ni en Teodora. LA SOCIEDAD Y LA EPOCA LAS CASTAS Hace algunas semanas se encontraban varias damas reunidas, char.– lando, claro está. ¿El tema? Pues el "increíble atrevimiento" de al .... gunas mujeres de las clases modestas, de pretender imitar en no recuer.... do qué aspecto -¿trajes, peinados, shower de regalos?- a las damas de más elevado nivel social. Una de las señoras, la que llevaba la batuta del incansable par.– loteo, sentenció de pronto dando remate a la parrafada: "Sí, pues, es un atrevimiento de estas huachafitas". Y continuó: "Pero estas mu je-– res de las que les hablaba, en realidad lo hacían ingenuamente. Por eso es que cuando me decían de lo que pretendían hacer, les expliqué que debían conformarse como estaban, porque siempre tiene que haber diferencias y se quedaron tranquilas cuando les dije: ¡Si hasta en el cielo hay jerarquías!". Escuchando la charla, recordé esa jerarquía celeste o angélica aprendida en los primeros años escolares. Efectivamente, en número de nueve coros u órdenes están divididas las innumerables legiones de las milicias celestes, cumpliendo cada coro una diferente función. Em-– pezando con querubines y serafines, equivalentes a subtenientes y te.. nientes de la jerarquía militar, esta jerarquía celeste termina con ar.. cángeles y ángeles, como si dijéramos, generales y mariscales. Hay pues sémejanzas en ambos escalafones. Hasta en el número de grados: nueve en cada uno. Pero también hay una notable diferencia, diferencia por demás enojosa: en la jerarquía celeste no se conocen los ascensos. Se nace serafín o querubín, y querubín o serafín se queda el interesado, ¡eso sí que por toda la eternidad! Irremediablemente. Por más que se aburra uno del monótono cargo. . . ¡ Y esto mismo quería la damita que sucediese con las humildes mujeres del atrevimiento aquél! Lo que nuestra amiga olvidaba, o desconocía, era que ese or.. denamiento de la jerarquía celeste, ordenamiento pueril y poético a la vez, tuvo su antecedente en las autocráticas monarquías asiáticas de la antigüedad: Asiria, Babilonia, Persia, Caldea. . . En otras palabras, confundía causa con efecto. Tomab.a el eco por la voz. ¿ Cómo estaban clasificados, en la América española, durante la colonia. los estratos sociales o castas? Según la minuciosa legislación peninsular, existían seis castas:

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