Quinto Congreso Internacional de Historia de América
TÚPAC Al'vIARU Y LA PRIMERA INSURRECCIÓN AMERICANA 73 al ser eximido el cacique de estas oprobiosas señales de vasallaje, podía y debía interpretarse que por expresa disposición española se encontra,., ba en una clara situación de privilegio dentro del complejo sistema colonial. Posición, ésta, realmente peligrosa para la Corona, como veremos. Víctima de múltiples atropellos y sujeto a servidumbre extre,., madamente cruel, el indio vivía a la verdad en una situación muy cer,., cana a la esclavitud. Gráficamente, podemos representarlo con grilletes remachados en ambos tobillos, a los que van aseguradas gruesas cacle,., nas terminadas en pesadas bolas de hierro. OBRAJES.- Constituían los obrajes la primera de estas bolas. Los obrajes consistían en rudimentarias fábricas de tejidos. Obrajes y mita, eran las dos formas de trabajo forzado más odiadas por los indios . A semejanza del actual servicio militar, la labor en el obraje era obJi,., gatoria, repetimos, y duraba un año. Tan aborrecidos fueron los obra,., jes -cárceles inmundas, las llama Humboldt- que, triunfante Túpac Amaru, procedió a su inmediata destrucción. Para no recargar en dema,., sía a la comunidad indígena, las ordenanzas disponían que en los Ju,., gares donde hubiere obrajes, los indios quedarían exentos del trabajo de la mita, es decir, en las minas. La mejor descripción de la dureza del trabajo en los obrajes nos · la dan los ilustres viajeros españoles, Antonio Ulloa y Jorge Juan, que llegaron a América con el matemático francés La Condamine, para me,., dir, en la región de Quito, un grado del meridiano terrestre. "Para formar perfecto juicio de lo que son obrajes ( dicen los sabios españo,., les) es preciso considerarlos como una galera que nunca deja de na,., vegar, aunque su gente trabaje sin cesar con el fin de tener algún descanso". Segunda bola de hierro: LA MIT~.- Mucho más odioso que el obraje, fue el trabajo forzado en las minas, servicio denominado mita. ¿Cómo era este trabajo? Un siglo antes de Túpac Amaru, hubo ya un virrey del Perú que afirmó que este servicio conducía a diezmar a la población indígena. He aquí sus palabras: "Las piedra~ de Potosí están bañadas con sangre de indios, y si se exprimiera el dinero que de ellas se saca, habría de brotar más sangre que plata". Algo más. El propio Visitador General Antonio de Areche. el hombre que con tanta crueldad habría de ejecutar a Túpac Amaru y exterminar a toda su familia, en carta escrita menos de tres años antes de la gran rebelión, afirma: "No hay corazón bastante robusto que pue,., da ver cómo se despiden forzados los indios de sus casas para siempre, pues si salen ciento, apenas vuelven veint~...
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