Quinto Congreso Internacional de Historia de América

TÚPAC AMARU Y LA PRIMERA INSURRECCIÓN AMERICANA 83 "El buen pastor es aquél, dice Jesucristo, que sacrifica su vida por sus ovejas; al contrario del mercenario que no es pastor, que viendo venir el lobo a devorarlas, las deja en peligro ... por lo que mando, so pena de excomunión mayor ipso facto incurrenda, y otras que reservo, a los curas de las doctrinas de Oropesa, Ureas ... y a todos sus te-– nientes que no se muevan de sus respectivas doctrinas con ningún moti-– vo ni pretexto, y que exhorten con eficacia, frecuencia y santa resolu-– ción a sus feligreses, a que no se impliquen en manera alguna en los designios perversos del traidor Túpac Amaru, ar,.tes bien guarden la fi,.. delidad, amor y obediencia que deben al Rey y sus ministros, hacién-– doles presente la gravedad del delito del alzamiento y las penas en que incurren los que lo cometen, perdición de bienes y deshonra de toda su familia, quedando con esa fea mancha en abominación de Dios y de los hombres" . . . Como se ve, el obispo Moscoso, peruano y cuzqueño, actuaba contra Túpac Amaru, peruano y cuzqueño, con el fanático ardor de un Calvino, un J avert, en su personalidad de Policía de Los Miserables; un Loyola o un Pedro el Ermitaño, el predicador de la primera cruzada contra los infieles. SANGARARA Volviendo a la Junta de Guerra cuzqueña, organizada una co-– lumna de tropas, se la puso al mando del mayor Vakárcel. Simultá-– neamente, se ordenó a muchos caciques que reunieran milicias, a algu-– nas de las cuales se incorporaron vecinos distinguidos del Cuzco. Abreviando, diremos que luego de varias operaciones militares de menor importancia, tuvo lugar la sangrienta acción de Sangarara, que concluyó con la derrota y aniquilamiento de las tropas leales al virrey ( 18 de noviembre) . Como quiera que en gran parte esta lucha -igual que sucede con Concepción en 1882- se centralizó en la igle-– sia del pueblo, contra las intenciones del Rebelde, esta circunstancia, feliz para los realistas, funesta para Túpac Amaru, fue aprovechada por el obispo Moscoso para fulminar una excomunión contra el inca, acusado de profanación del templo. VACILACION Después del combate de Sangararp se produce un hecho que en opinión de muchos constituyó un gravísimo error de Túpac Amaru: no proseguir su marcha al Cuzco. Por el contrario, contramarchó a Tun-– gasuca, en dirección opuesta. Como se observa, Túpac Amaru, igual que Fidel Castro en su campaña contra Batista, elude la lucha en las

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