Relaciones de viajeros

196 ESTUARDO NU~EZ pintado que los limeños tienen como gran curiosidad; se dice funda– da por mano de Pizarra, pero nunca pude obtener ningún testimonio auténtico de .esta historia. Aún se usa para el culto y se tiene gran cuidado que siempre ardan cirios en ella. Relacionada con edificios religiosos se puede mencionar la Inquisición; este edificio ha desme– jorado mucho y no es notable por nada excepto sus enormes puertas macizas, y una inscripción en ellas para justificar la propagación del cristianismo a filo de espada. En los calabozos y cámaras interiores se exhiben instrumentos de tortura y argollas y cadenas con que los criminales eran atados a las paredes. Ultimamente la Inquisición ha sido utilizada por tropas de la guarnición de Lima. La actual sala del Congreso primero formó parte de la Inquisición, y ni adentro ni afue.. ra presenta nada digno de mención. La Moneda es edificio muy grande e importante, aunque durante la guerra ha sufrido como todos los demás establecimientos públi– cos. La única observación respecto a la Aduana, es que ocupa la ubi– cación más inconveniente para los negocios y los .depósitos son de– masiado chicos para llenar su objeto. Las casas particulares de Lima, son hermosas y algunas, habita– das por ingleses, se conservan en muy buen estado y amuebladas con la mayor comodidad y esplendor. Ya he mencionado el palacio del marqués Torre Tagle; peto apenas inferior a éste es la residencia de un gran comerciante británico muy eminente. Lo que antes se llamó Hotel de Francia, arreglado para el Libertador Bolívar cuando vino a Lima, quizás iguale a cualquiera de los dos. Todos son de adobe y como no llueve, los techos de caña enyesada son planos y sin declive. Las paredes de los zaguanes a la calle y del interior de los patios son pintadas muy alegremente con paisajes, batallas, es– cenas de la Biblia, o acontecimientos históricos,"con figuras de tama– ño natural. No pocas casas en vez de zaguanes costosos los han pintado de relieve y generalmente con tanta habilidad y efecto que engañan la mirada por completo cuando se miran de cierta distancia. La mayor parte de las ventanas son con reja de hierro trabajado en varias formas caprichosas; y por ser ésta y los balcones a menudo dorados dan a toda la ciudad grande apariencia de riqueza y es- plendor. · · Los grandes mercados de Lima son los de San Francisco y San Agustín, pero hay además otros en los atrios de las iglesias. Se nota que los carniceros con puestos en ellos, son limeños. Los mercados son las partes más sucias de la ciudad y están atestados de negros que cocinan platos sabrosos al aire libre para vender a los transeún– tes . Traen el pescado en canastas mujeres indias de la costa, princi-

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