Relaciones de viajeros
~LAC1óNES DÉ VIAJERÓS 239 adaptados a la ocasión. Luego los invitados pasaron a otro cuarto para tomar café y otros refrescos, y divirtióme muchísimo ver algu– nos comensales, particularmente frailes, atascarse los bolsillos con masas y dulces de postre, cuando Riva Agüero y sus relaciones in... mediatas se retiraron. La misma tarde se recibieron noticias del Callao que produjeron la creencia general de que los españoles estaban al punto de aban– donar Lima. El general Sucre había salido del Callao para unirse con la expedición de Intermedios, y todos por consiguiente empe– zaron a moverse o a pensar volver a la capital; el Presidente mismo habló de partir en uno o dos días más. El 28 de julio, cumplido ya el objeto de mi visita a ~rruJlllo (donde mi criado me dejo muy inconvenientemente), y deseando vol– ver al seno de mi familia, salí en la tarde con un guía para Virú, donde llegué como a las nueve; encontrando algunos viajeros que iban a Santa persuadí al gobernador que nos proporcionase caballos y salimos inmediatamente. Llegamos a Santa el día siguiente a las diez de la mañana. Después de visitar a un amigo que estaba con un violento ataque de chucho, salí de Santa a la una del día y llegué a Nepeña a las cinco de la tarde. Era domingo, y toda la gente andaba vestida con sus mejores pilchas; la mayor parte de los hombres dis– frutaban de riñas de gallos, y entre ellos vi a mi elegante guía, Luis Castillo, en el reñidero con su gallo bajo el brazo. Predomina muchí– simo en todo el Perú esta diversión; todos cuidan gallos de pelea que se ven en todas las puertas de las casas. Se estiman especial– mente los de cría inglesa, que se venden a precios subidos. El administrador de correos me hizo demorar dos o tres horas a espera de caballos y en ese intervalo tuve oportunidad de conseguir algo de comer. Llegué a Casma a media noche, después de la etapa más horrible, pues estuvo obscuro todo el camino. Aquí vime forzado a descansar en la casa sucia del correo, donde encontré gente jugando y bebiendo aún a esa hora, y discutiendo en consecuencia. Luego de cenar huevos y mal pan, me acosté sobre un banco para dormir, pero las pulgas no me dieron oportunidad de hacerlo. Era mi intención seguir temprano para Guarmey, pero no pude porque todos los caballos del lugar habían sido tomados por algunos oficiales y empleados del gobierno que retornaban a Lima. No pude por tanto salir antE:s de las 9 a. m., aunque estaba en pie desde las cinco. Casma fue antes famosa por su algodón, y el valle está todavía lleno de plantaciones donde se dejan vagar cabras que las destruyen, a causa de lo inseguro de los tiempos y lo caro del
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