Relaciones de viajeros
276 ESTUARDO NU1'l:EZ luego se aproximaron y Santa Cruz intentó en vano atraer a Valdez a aceptar combate antes de unirse con Olañeta. Los indios, que en gran parte componían la fuerza española, al fin dejaron atrás a la gente costanera que formaban las tropas de Santa Cruz; y una ma– ñana, cuando se suponía el ejército realista considerablemente a retaguardia, se le vio pasando una alta lomada cerca de Oruro, y e efectuó así la conjunción con Olañeta, a despecho de los esfuerzos patriotas. Valdez luego con todas sus fuerzas combinadas y siendo por tanto superior al ejército patriota, a su turno ofreció batalla que Santa Cruz esquivó, y se resolvió en consejo de guerra retirarse rá– pidamente por el Desaguadero para incorporarse al ejército del ge– neral Sucre. Para que los patriotas marchasen tan expeditamente como posible fuera, así como para aprovechar el forraje de los ani– males, la munición y la artillería del ejército se enviaron por dife– rente ruta que la seguida por el cuerpo principal. Las fuerzas rea– listas, sin embargo, acosaban tan duramente a Santa Cruz, que fue inevitable una batalla, y se tomó posición en consecuencia y se en– viaron oficiales inmediatamente para traer la munición y artillería ahora tan necesarias. Como no se tenían noticias y los oficiales des– pachados en su seguimiento nunca volvieron, se hizo inevitable una fuga precipitada más bien que una retirada. Valdez, efectivamente, escribió a Santa Cruz que marcharía contra el ejército patriota, rá– pidamente mermado por la fatiga, desgranándose los hombres por centenas en el camino. En un solo día, no menos de 1,000 quedaron rezagados. El deshecho ejército de Santa Cruz llegó al Desaguadero en la mayor confusión e insubordinación. Aquí el general habría deseado hacer pie firme para defender el paso y recoger los rezagados que llegaban continuamente; pero del total, solamente quedaban 400 hombres cuando llegó al puente. Con este pequeño cuerpo mantuvo dos días la posición y allí se le unieron muchos que habían queda– do a retaguardia; como continuaban llegando otros, situó una par– tida pequeña al mando de un oficial para recibirlos, con órdenes de destruir el puente al aproximarse el enemigo. Valdez, viendo la to.. tal destrucción del enemigo, marchaba despacio en su seguimiento, recogiendo los prisioneros, armas y bagajes de que el camino esta ba sembrado. Santa Cruz, entretanto, reunió como pudo sus fuerzas disper– sas en Pomata, convocando un consejo de guerra para resolver si repasarían inmeditamente la cordillera y refugiarse en los barcos, o tratarían de alcanzar la división del gen...xal Sucre en Arequipa. En
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