Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 307 mohosa que cubre el valle. Se coloca en medio del cuarto y la fami– lia se arrebuja en torno; y se dice que ésta es en mucho la causa de la modorra y falta de salud de los habitantes que generalmente tienen las piernas ulceradas por el fuego. No se produce ninguna de las necesidades vitales en las inmediaciones; los víveres, pasto y aun agua se traen de lejos, pero el mercado está siempre bien provisto. Los minerales de las inmediaciones son en extremo ricos y va~ riados. Además de la plata, con frecuencia encontrada casi pura, el país abunda en cobre, hierro y estaño que se encuentran tirados como cosas sin valor. Hay también minas de oro a cinco leguas de Paseo, y vetas de azogue se empezaban a explotar poco antes de la revolución. Una mina de azogue se evaluaba por los peruanos tan alto como una de plata, pues siempre había sido muy limitada la provisión de España o Alemania para refinar las gangas, y el precio, en consecuencia, era muy subido. La única mina de azogue en el Perú, antes de descubrir las vetas cercanas a Paseo, estaba en Huancavelica. Este lugar es una de las singularidades mayores del mundo, con un pueblo completo y su catedral en las entrañas de la tierra. Además de sus gangas abundantes, Paseo tiene montañas de excelente hulla en sus inmediaciones, que, cuando el país se vea libre de los partidos contendientes, darán mayor facilidad para be– neficiar las minas mediante máquinas de vapor. La mina más curiosa cerca de Paseo es la de Matagente, lla– mada así probablemente por las numerosas personas que de tiem– po en tiempo han perecido en ella. Ocupa grande extensión bajo tierra con un extenso lago en el interior perfectamente obscuro. La mina misma ha estado abandonada muchos años; pero los indios a veces se aventuran a bajar con el objeto de robar los pilares de ganga dejados para sostener el techo, y muchos que se extraviaron en el revuelto laberinto, se han encontrado muertos de hambre. El amigo que me dio estos datos, una vez fue a la mina, acompañado debidamente de antorchas y guías, y descubrió el cadáver de un indio con los dedos roídos; sin duda el pobre desgraciado fue vic– tima de su avidez, y en su hambre extrema comenzó a devorarse las manos. La minería, como todos saben, es negocio muy arriesgado y puede compararse con el juego en grande escala, pues tiene la misma influencia sobre las pasiones. Se han perdido ingentes ca– pitales en el Perú y hecho algunas espléndidas fortunas. El propie– tario de las más ricas minas de Paseo las heredó de su padre que, primero carpintero de un barco español, fue a Paseo con pocas

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