Relaciones de viajeros
RELACIONES DE VIAJEROS 475 sido hecho prisionero el teniente coronel Castañeda, viejo español que había estado actuando de comandante. Por tanto no podía hacer nada hasta no ver al general Pinto; estando de malas con algunos de los más destacados políticos de Chile por el pequeño servicio que le había prestado al general O'Higgins, visité al mayor y a los oficia– les del cuerpo de caballería, como quien pertenece al ejér cito chi– leno, y pasé revista siendo aceptado por ellos como uno más del ejército, hasta que el coronel Sánchez se embarcó con ellos para Chile, dejándome con ~l coronel Aldunate_ para conseguir y prepa– rar el transporte que condujera al resto de las tropas chilenas a Valparaíso. Ajusté un bergantín de Liverpool, el Laurel, con el ca– pitán Gill, y pronto se alistó y se le aprovisionó de agua, víveres, etc. Sin embargo, el general Bolívar estaba escaso de soldados pa– ra sofocar una revolución que el general Riva Agüero había levan– tado en Trujillo, y para enfrentarse con el ejército español que se acercaba a Lima; por lo tanto ordenó que se detuvieran nuestras tropas; pero el coronel Sánchez que tenía su destacamento a bordo y estaba fuera del alcance de las baterías, tuvo a bien zarpar para Chile; esta marcha exasperó al Libertador, que se vio obligado a mandar tropas y a ir en persona a sofocar la rebelión; esta insu– rrección fue dominada en poco tiempo por el coronel La Fuente, peruano, que procedió a actuar de acuerdo con otros contra el ge– neral Riva Agüero. Por el miedo que daban los españoles, de quienes a cada mo– mento se decía que estaban a las puertas de la ciudad, una par ti– da de caballería salió a hacer un reconocimiento, y marchó hasta cuarenta leguas sin ver y aun sin ni siquiera oir señales del enemi– go, con excepción de un destacamento de caballería que estaba en "El Tambo de Cañete", bajo las órdenes de un coronel español; para disipar los temores de los limeños les mandaban a dar razón de lo que pasaba cada cuatro horas hasta que los llamaron de re– greso. Estando las cosas en Lima en tan perturbador estado, el ge· neral O'Higgins se dirigió al Callao y sacó pasaje para él y u fa– milia en un bergantín inglés para Trujillo. He aquí la copia del pasaporte que le extendió el presidente, marqués de Torre Tagle: S ello de Oficio. "El ciudadano pre idente de la república por la constitución peruana.- Su excelencia, capitan gen ral B rnardo O' Higgins pa a a Huanchaco con toda u familia, por mar, n el bar o que le agrade, o por tierra, i a í lo de eara.
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