Relaciones de viajeros
RELACIONES DE VIAJEROS 483 c10n de los nobles hechos de Bolívar, O'Higgins, Sucre y Guise; cómo la consolidación final de la independencia del Perú había sido contrariada por la facción española, y cómo el tratamiento de esos dos campeones de la libertad, Bolívar y Sucre en el Perú, igualaban a los de O'Higgins y Freyre en Chile. Después del asunto del Callao, el general Bolívar concentró sus fuerzas en Pativilca y mandó a Colombia que le enviase todas las fuerzas que pudiera, pues su situación se hacía cada vez más crítica; y los españoles cuyos partidarios habían puesto en sus ma– nos la fortaleza del Callao y Lima, iban ganando rápidamente. Na– da molestó más a los limeños que ver a su ex-presidente Torre Ta– gle, su ministro de estado Berindoaga, el gobernador del departa– mento Echevarría y a otros que habían permanecido ocultos en Lima hasta que las fuerzas españolas del general Monet y del general Rodil entraron, recibir a los españoles con abrazos y de– mostraciones de alegría. Ahora se veía a esos traidores a la causa patriótica en sus verdaderos colores, y se veía que ellos tenían la culpa de las perturbaciones y seudo partidarios que habían fre– nado en tal forma el progreso de la libertad. Se veía a Torre Ta– gle y a sus asociados comer y divertirse con los jefes españoles, y el primero lanzó una proclama que mostraba al general Bolívar como un tirano, y aconsejaba a los peruanos mostrarse fieles a los españoles, que eran los gobernantes legítimos, pero este acto de duplicidad les atrajo la reprobación de sus compatriotas, y tuvo que refugiarse con sus colegas en la fortaleza del Callao, donde más tarde sufrió con ellos un terrible destino. Ahora se podía ver cómo sus intrigas habían demorado la causa patriótica, y quién era el verdadero traidor: Riva Agüero o Torre Tagle, y si el primero no había rendido un gran servicio al Perú aunque salió perdiendo, por no sólo apreciar los servicios de los auxiliares colombianos sino por invitar al general Bolívar a venir con 5,000 o 6,000 tropas más, si fuera posible, y tomar co– mando de las fuerzas peruanas; y si no hubiera aquel magnánimo y tan infatigable patriota respondido a la llamada, ¿cuál hubiera sido el destino del Perú bajo los auspicios de Torre Tagle, Eche– varría, Berindoaga y sus dignos partidarios? No bien llegaron noticias a Pisco del asunto del Callao cuan– do el almirante Guise, que tenía el mando de la flota peruana, sa– lió para el Callao, y su galante conducta queda demostrada con la siguiente carta:
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