Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 485 El almirante Guise fue muerto en Guayaquil, y la fragata Pro· tector incendiada por casualidad. El último acto del congreso peruano fue laudable y patriótico, pues el general Bolívar fue investido con el título de dictador del Perú. El ejército colombiano concentrado en Huaraz marchó luego a Paseo, donde el general Bolívar había fijado su cuartel general y donde había organizado y aumentado su ejército. El general O'Higgins, deseando participar en la gloria que se iba a dar en el Perú, se dirigió al general Bolívar sobre el punto, obteniendo la siguiente contestación: Huaráz, Junio 14, 1824. Mi querido general: Me ha dado sumo placer recibir su carta y se la contesto por mi se– cretario, Heres, quien confirmó la idea que yo tenía de su deseo de estar en el campo de batalla el día que se decida el destino del Perú. Ya le he indicado mi deseo de verlo en el ejército libertador -Un valiente general como Ud.,- temido por el enemigo y conocido de nuestros jefes y oficiales, no puede hacer menos que darle una mayor estimación a su ejército. Por mi parte le ofrezco un mando, que si no corresponde a sus méritos y a su rango, será al menos suficiente para honrar a un jefe que desee distinguirse en el día de gloria, pues una división de colom– bianos bajo sus órdenes tienen todas las de obtener una victoria. Así, mi querido general y amigo, le ruego acepte mi invitación, si su estado físico y moral le permiten ese sacrficio; si su salud es buena, no lo será tanto, a no ser que su mala estrella lo castigue por ser tan constante y generoso. Mi querido general, acepte los sentimientos de mi mas distinguida consideración. Bolívar''. El capitán Freeman fue muerto en su intento de abordar el bergantín de guerra Arequipeña. La carta fue publicada en Chile el 7 de Noviembre de 1882. El general O'Higgins respondió uniéndose al ejército, en el que se le consideró incorporado y se le dio el título de gran mariscal del Perú. El general Bolívar revistó su ejército en Paseo el 2 de Ago to de 1824, el cual tenía como 9,000 hombres, y el sei derrotó a los españoles en Junín, sin haber hecho ni un olo di paro de ninguna de las dos partes. La batalla se decidió por caball ría, cuya ar– mas eran las lanzas y lo sabl s, y sólo duró tres cuartos de ho-

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