Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 49 He sabido que está seguro ele reducirlo en un corto tiempo, y que espera r gr sar d n tro d tre o cuatro semanas . Lima ya no s la ciud'.ld de opulencia y abundancia de dine– ro, que era antes. No es poco el número de personas que ha sido reducido de una situación más o menos confortable a la completa pobreza. El asunto de nuestra escuela, sufre grandemente por el estado actual de las cosas en este lugar. El Gobierno es muy bené– volo con nosotros, y está deseoso de darnos ayuda, pero nq puede hacer lo que desea, puesto que esta guerra acapara la atención de todo, y devora todos sus recursos. Pero el Señor reina, y todo sal– drá muy bien . Durante los últi:nos meses el Congreso ha estado muy ocupa– do en preparar la Constitudón del Perú, la cual acaban de termi– nar e imprimir. Hace pocos días fue publicada, y desde entonces ha sido juramentada con gran formalidad, por los miembros del Congreso, los miembros del Gobierno, y otros funcionarios pú– blicos. Es muy probable que esta Constitución sea traducida al inglés, y publicada en Londres. En ese caso, Ud. tendrá la oportunidad de verla, y formarse su propia opinión con referencia a sus méri– tos. Cuando tenga su juicio formado respecto a ella, le estaré muy agradecido exponga su opinión, de tal manera que yo pueda infor– mar el resultado a mis amigos de acá. De esta manera, quizás pue– da Ud. contribuir a su mejora y perfeccionamiento posterior, ya que estoy persuadido, que Ja opinión de los extranjeros sobre es– te tema, tiene un gran peso. Encontrar una constitución perfecta, sería tan difícil, quizás. como encontrar al hombre perfecto. Las constituciones políticas de la mayoría de los países podrían ser alteradas para su mejora, especialmente si ésta viene de la parte del mundo donde Ud. se halla. Ciertamente, que hay una gran diferencia entre el viejo y el nuevo mundo, en referencia a esto. Hablando en general, Uds. los europeos pueden compararse - a un hombre viejo, cuyos malos hábitos han crecido con él, des– de los días de su ignorancia y mocedad, y que él no puede ver o no tiene ningún deseo de corregir. Si Ud. le llama la atención sobre esto, él se impacienta y encoleriza, y luego lanza su argumento, con lo cual convence a U. que él tiene la razón. Por otra parte, nosotros que vivimos en un nuevo mundo, te– nemos nuevas ideas, y, puedo añadir, verdaderas ideas sobre 1 tema. América puede compararse a un hombre joven, falto de ex– periencia y que recién ha dejado la pubertad, quien está tratando

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