Relaciones de viajeros

60 ESTUARDO NUÑBZ 29 último, los españoles tomaron posesión de la ciudad, y desde esa fecha han continuado aquí, pareciendo que se quedarán por algún tiempo. Por diversas circunstancias, estamos creyendo que el Gobier· no español no consentirá las libertades que el Gobierno patriota permitía, con referencia al permiso de entrada de libros, etc. En consecuencia, consideré, todavía, que era peligroso bajar a tierra los libros del Nuevo Testamento, y era mejor dejarlos abordo, todo el tiempo que El Griego se quedara acá; cuando salió para Chile, que fue hace pocos días, los hice poner abordo del barco Fly de su Majestad, que ahora se encuentra en el Callao. Los de– jaré abordo, hasta que vea que puedo bajarlos a tierra sin pro- blemas. Lo que acabo de decir se refiere solamente a las 2.500 copias que se mandaron a cargo del Sr. Thwaites; el resto, que llegó a nombre del Sr. Lynch, ha sido mandado de regreso a Chile en El Griego, y serán entregados allá, de acuerdo a las instrucciones ya dadas. Luego que lleguen a Valparaíso, serán enviados a Santiago, la capital, y entregados al Sr. Christopher Collis para su venta, Yo le ofrecí todo al Sr. Collis por 850 dólares, y para pagarlos en un mes después que se reciban; si él declinara el precio men– cionado, le he pedido que los venda por mi cuenta, recargando la comisión que generalmente gana. El precio que he puesto al Nuevo Testamento, es de 8 reales, cuando se vende uno a uno, y de 6 reales cada uno, cuando se venden en cantidad. Como Ud. ve, esto cubrirá el costo original y los gastos. Si el Sr. Collis se los lleva todos, y si él los vende al menudeo después, ganará también algo más. Creo que ésta es una regla que debe tenerse siempre en consideración y dar gratis lo menos que se pueda.. Los que he dicho, se refiere a los países de América del Sur, y podrían haber reglas mejores para otros países. Yo pienso que es perjuidicial hacer una distribución general gratis. Se pueden dar copias por separado y gratis, pero solamente de vez en cuan– do, y cuando sea claramente determinado. Que el Comité corri– ja mis ideas, si es que estoy equivocado. El mismo día que recibí los 610 Nuevos Testamentos, recibí también, una carta de Trujillo, pidiéndome encarecidamente y "por amor de Dios", que enviara a ese lugar y sin demora una pro– visión de libros de la ·Sagrada Escritura. Conozco bien al remitente, y hemos pasado agradables entrevistas durante las pocas serna-

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