Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 191 tender su comercio; y la decidida preferencia dada a ellas debe ser altamente halagadora tanto como benéfica para la nación británica. En las casas de Lima o en cualquier otro lugar del Perú que he visitado, casi todos los objetos me recordaban a Inglaterra; las ventanas eran enmarcadas en cristal inglés; los muebles de bronce, los ornamentos de las cómodas, mesas, sillas, etc., eran ingleses. Los cortinajes, los trajes de lino y algodón de las mujeres y las chaque– tas y capas, etc. de los hombres eran de la misma procedencia; las mesas estaban cubiertas con lencería y loza ingle~a y cuchillos, tene– dores, cristales, etc. y aun los utensilios de metal para cocina eran ingleses; en fin, con muy pocas excepciones, todo era inglés o de manufactura sudamericana. Las piezas ordinarias de algodón y al– gunos otros artículos menores eran proporcionados por la compa– ñía de las Filipinas. España enviaba hierro, telas estampadas de Barcelona, lino y papel para escribir, y otras mercaderías ordinarias. De Italia venían seda y terciopelo; de los franceses lino, encajes, se– das y telas; de Alemania, lino (platillas), cuchillería y cristalería comunes; y toda otra cosa era inglesa o de manufactura casera. No vacilo en afirmar que los bienes de calidad superior siem– pre los encuentran los primeros compradores porque aquellos que pueden adquirir los bienes extranjeros, a menudo preguntan por lo mejor; y los bienes más modernos y ajustados a la moda son los que más rápidamente se venden. Las telas gruesas, en imitación de las telas españolas de San Fernando, son las mejores para el interior del país, y las telas finas y delgadas, a imitación de las telas france– sas, son las más apropiadas para Lima. Las franelas de Manchester, ya sea estampadas o llanas, con frisa en azul oscuro o claro, escarla– ta y rosado, verde fuerte, amarillo pálido, marrón, blanco y de cual– quier tono o colores medios, son muy fáciles de vender, ya sea en la costa o en el interior. Los casimires, bramantes y pana; los linos irlandeses y los linos comunes, cortados en piezas de ocho yardas cada una, a imitación de las bretañas francesas y estopillas; el lino ordinario cortado en piezas de alrededor de treinta yardas, imitando a las platillas alemanas; las finas batistas escocesas, tanto como los manteles de lino, lencería, etc., encuentran gran demanda. Toda cla– se de productos de algodón, particularmente medias, muselinas y estampados a la moda, en diferentes colores y también los estampa– dos en azul oscuro con pequeños lunares blancos, son usados por todas las clases, y en particular son de uso común entre las clases pobres. A parte de ello, las telas gruesas de algodón y colchas blan– cas de Marsella, todos son productos de fácil venta. La sedas, los damascos, las cintas particularmente las angostas, y los buenos ter-

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