Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 9 que un tercio respondería a todo el fin requerido. Había proyectado, cuando examiné la montaña (suponiendo que el espíritu dominan– te en Inglaterra cuando la dejé, se mantuviese finne y cauteloso), demoler el pico del cerro. Las quebradas que lo rodean son pro– fundas y párecen adaptadas por su capacidad para recibir los es– combros. El cráter de la cima está abierto listo para recibir dos o tres mil barriles de pólvora, que harían volar el pico y posible– mente abrirían el cerro hasta las galerias de las minas superiores. Los pocos propietarios que han quedado, venderían sus derechos por una mera pitanza o participación en las utilidades de la em– presa. He pensado a menudo la vista que se observaría presencian– do desde los altos de la ciudad tal explosión. Un día, después del desayuno., en compañía de un amigo del señor Ibarquin, montados en mulas, cruzando la quebrada exten– dida entre nosotros, y la montaña, trepamos hasta alcanzar el gran socavón, excavado, según algunos, con gasto de 1,500.000 duros, después de nueve años de trabajo. Esta obra estaba literalmente abandonada. Su fin era el desagotar toda el agua de las minas en su dirección, pero lo cavaron demasiado alto para tal propósito. El arco en la abertura es espacioso y bien comenzado, pero se con– trae a medida que avanza y por fin es muy molesto. Debe haber costado un desperdicio considerable de vidas humanas la excava– ción, si siempre fue tan difícil respirar como lo experimenté a cau– sa de exhalaciones arsenicales y malsanas. A un lado está una salida para el agua que ahora corre en caudal considerable,. sulfu– rosa e ll}tensamente coloreada. Penetrando doscientas o trescien– tas yardas en este socavón me fue bastante, si bien algunos de nuestro grupo fueron hasta el fin, que estimaron en 1,500 yardas. Este socavón interceptaba varios filones nuevos que, no siendo pro– piedad privada, nunca habían sido trabajados. Es probable que el mineral no compensase el gasto de sacarlo por la boca del pozo. Se ha dado una razón para la dirección equivocada del socavón, que forzosamente pinta los fraudes practicados por agentes de su muy católica Majestad para enriquecerse; se hizo con el propósito de evitar que remediase a las minas inundadas, que así se conver– tirían en infantazgos reales, y el trabajo de ellas habría aumenta– do la mayoría de los mineros que las trabajaban y levantado los precios en proporción que los minerales inferiores no reembolsa– rían. Una suma de dinero para los ingenieros fácilmente puso la cuestión en el camino deseado. En nuestra excursión entramos en una bocamina cuyo mine– ral era negrillo; allí estaban pocos indios pobres afanosamente ocu-

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