Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 195 puede ser obtenida aquí. Al extremo sur de la bahía, debajo de un lecho de arcilla endurecida y quebrada con piedras y arenas, se en– cuentra un estrato de sal, extendiéndose entre cincuenta y cien yar– das desde el mar y algunas veces más. Removiendo la amplia cu– bierta de arena, las piedras resquebrajadas y la arcilla, se encuentra la sal formando una especie de pequeñas columnas blancas de tres a cuatro pulgadas de largo. Más arriba y un poco al costado, se en– cuentran unas formaciones de sal que semejan coliflores. Estas son extremadamente blancas y están compuestas de filamentos transpa– rentes, del grosor de un cabello humano. Examiné estos pequeño5 cuerpos con un buen lente y observé que eran perfectamente cilín– dricos y huecos, y separados uno de otro por muy poco espacio, lo que a simple vista no se ve; al ser separadas un poco, estas peque– ñas estructuras asumen la apariencia del asbesto. Esta sal es tan co– mestible como la sal común de cocina y se disuelve lentamente en una gran cantidad de agua fría, y no es de ninguna manera delicues– cente en la absorción. Es muy escasamente usada por los habitan– tes, excepto cuando hay escasez de sal procedente de Huacho. Algunas pequeñas islas a la entrada de la bahía son famosas por el abono que producen, el cual es embarcado y llevado a diferentes lugares de la costa a menudo trasladado al interior, a lomo de mu la o de llama. La cantidad de este abono es enorme y tiene cualida– des verdaderamente impresionantes; de esto tendré ocasión de ha– blar cuando tratemos del cultivo del maíz en Chancay. Numerosos navíos de vela pequeños son empleados constantemente para llevar– lo a tierra firme; algunos de los cortes hechos en el guano tienen de cuarenta a cincuenta pies de profundidad y su fondo es todavía con– siderable sobre el nivel del mar. Esta valiosa producción aparece o está constituída por el ex cremento de las aves marinas, que en inmenso número frecuentan y habitan en las islas. Su acumulación se debe sin la menor duda a la total ausencia de lluvias. El excremento, cuando se seca, es de un color marrón pá}ido y fácilmente pulverizable; cuando está fresco tiene más bien una apariencia rojiza; el estrato superficial es blan– cuzco y contiene plumas y huesos de aves, pequeñas conchas y hue– vos. Se asegura que el guano, nombre que se le ha dado a este pro– ducto, es ciertamente tierra fósil, pero la calidad del estrato supe– rior no obstante que al principio es blanco, gradualmente se vuelve amarillento, siendo incontestablemente uno y otro el excremento de un pájaro; pero el estudio de esto parece requerir un mejor y más completo análisis. La especie de pájaros que frecuentan estas islas en gran abun-

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