Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 325 norable señoría. La segunda clase debía llevar una medalla de oro, colgada del cuello por una cinta bJanca, y el tratamiento de señoría; y la tercera una medalla de plata, puesta en el lado izquierdo del pecho. Las medallas debían ostentar las armas del Estado, ser de for– ma elíptica y tener en la parte superior, sobre fondo blanco, la pa– labra "Perú", y en la inferior, sobre campo rojo: "A sus libertado– res". Las pensiones afectas a la Orden debían pagarse de los fondos de 40.000 dólares impuestos por el rey de España a los obispados de América para el pago de los caballeros de Carlos III y de Isabel la Católica. El juramento estaba así concebido: "Juro por mi honor y pro– meto a mi patria defender la independencia, la libertad y la integri– dad del Estado del Perú, mantener el orden público y concurrir a asegurar·la felicidad general de América; consagrando mi vida y mis propiedades al cumplimiento de estas promesas". Veintiseis fundadores fueron nombrados por el Protector, que se constituyó en presidente de la Orden. Entre éstos figuraban dos capitanes que desertaron de la escuadra chilena en el Callao; 138 beneméritos, comprendido el capitán Spry, y 102 asociados o com– pañeros, entre los que se hallaban el deán de la catedral, cinco con– des, dos marqueses, cinco generales, siete religiosos, dos canónigos, comerciantes, agricultores y desertores de la escuadra chilena. No contento con la creación de esta nobleza masculina, se con– cedió la misma dignidad a 120 mujeres, de las que dos eran conde– sas, cuatro marquesas y las demás pertenecientes a todas las clases incluso doña Rosa Campuzano, la favorita de S. E., creador de la Orden, y para completar el cuerpo añadió 32 religiosas, que hubie– ran podido ostentar el antiguo título peruano de Vírgenes del Sol. D. Bernardo Monteagudo fue nombrado secretario; D. Diego Pa– roissien, maestro de ceremonias, pro tem. Como la insignia de la Orden era de la más alta importancia, se decretó el 31 de Octubre que en vez de la medalla fuera un sol de oro lo que llevasen los fundadores, beneméritos y asociados, pero de tamaño proporcionado al rango de quien lo llevara. El 23 de Octubre se encargó a una comisión que redactase un Código constitucional o reglamento de administración de justicia para el Perú. San Martín había decidido que sería legislador, como era ya libertador, y como él mismo decía, quería ser coronado de laureles hasta el punto de no poder menear la cabeza. Por esta época aparecieron unos versos dirigidos al Protector con el título de emperador d~l Perú, y algunos gritos proferidos en

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