Relaciones de viajeros
34 ESTUARDO NU&EZ Higgins, después Supremo Director de Chile (1). Las diferencias vol– vieron a producirse; los partidos se encontr~ron en el ~ampo Y s: libró batalla en que Carrera fue feliz. El peligro del pa1s aumento luego con la llegada de más refuerzos de Lima, mandados por el general Osorio. O'Higgins volvió a asumir el mando, pero fue dema– siado tarde. Los patriotas fueron atacados y derrotados en Rancagua, pero idearon reunirse con el valiente jefe y abrirse camin~ contra las filas españolas para escapar hasta Mendoza por, la. cordillera. Esto fue en 1814. El general Osorio, entonces, marcho sm ser molestado a Santiago y la bandera española flameó en la capital. Volvió a oscurecerse la causa patriota. La riqueza, el poder e influencia de los godos se ejerció para abatir los ánimos de los patriotas y conso– lidar sus éxitos. En Valparaíso, Coquimbo y Concepción no se economizaron medios para prevenir el resurgimiento del partido sub– yugado; cuando de súbito las provincias chilenas volvieron a infla– marse con el fuego de la libertad. El general San Martín entró en Chile por los pasos de Cuevas y Putaendo: movimiento en que desplegó gran talento militar y le valió el nombre de Aníbal de los Andes. La batalla de Chacabuco fue el result2do de este hábil coup de main, y otra vez las banderas independientes se desplegaron en la capital de Chile. Cuando llegaron noticias de Lima de la victoria de San Martín, los realistas, con infatigable perseverancia, volvieron a enviar una fuerza de ocho mil hombres, al mando de Osorio, yerno del virrey, para restaurar la fortuna caída de los españoles . El desgraciado Chi– le, una vez más fue destinado a ver derramar la sangre de sus hijos en la lucha por su independencia. Entretanto los patriotas no estaban ociosos. Levantaron con gran celeridad un ejército de seis mil hom– bres, y lo enviaron para atacar a los invasores. Esta fuerza se hizo más imponente con numerosos huasos auxiliares que formaban par– tidas guerrilleras de la clase más formidable. Los patriotas se encon– traron con los realistas y los metieron casi en un cul de sac en la ciudad de Talca. El ejército patriota, tomó posición (el 19 de Marzo de 1818), que cortó la única probabilidad de escapar de los realistas, y para ellos el avance o retirada importaba casi igual destrucción. Se esperaba enviasen bandera de parlamento por la mañana, para (1) Esto es casi en substancia lo que me dijo el general OHiggins que tenía costumbre de recibir ingleses en su ponche nocturno y conversar de In– glaterra. Había sido educado aquí y le gustaba mucho hablar de ello. Me preguntaba¡ horas enteras, de Richmond, teatro de su carrera y hazañas juveniles.
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