Relaciones de viajeros

36 ESTUARDO NU~EZ hubieran sido barcos británicos, en esta ocasión se habrían apodera– do de él. El día siguiente de las noticias de la derrota patriota, el Lord Cochrane lo hubiera tomado en una hora. Transcurrió una semana antes de saberse la verdad, que los realistas no habían continuado sus éxitos, y las fuerzas dispersas de los patriotas se habían vuelto a concentrar. Por esfuerzos que hicie– ron honor eterno al director y general en jefe, una fuerza patriota de cinco mil hombres, se aprontó para la lid el 5 de abril, día en que la gloriosa batalla de Maypú decidió los destinos de Chile, y del poder realista allí. Los detalles de este célebre combate no son desconocidos para el público, ni lo bien que los patriotas vencieron la batalla y fue sostenida por los realistas. Todavía la falla general de los sudamericanos, no aprovechar la vict0ria, se mostró allí. Nada impedía el embarque del ejército victorioso y la toma de Lima. Tan grande fue el pánico en aquella ciudad cuando llegó la noticia de la destrucción del general Osorio, que quinientos hombres podían haberse apoderado del lugar, y estuvo pronto para rendirse a cual– quier fuerza por pequeña que fuera. El lord Cochrane habría ido y realizado la tarea con fuerza semejante, y ahorrado tres años de guerras y quizás otros tantos millones de dinero para reparar la equivocación. La empresa era evidente en sí, y seguro el éxito para todo inglés y norteamericano en Santiago, de quienes era tema co– mún de conversación. El éxito de los patriotas los animó para hacer nuevos esfuerzos. A principios de noviembre de 1819, los chilenos tenían al lord Co– chrane de comandante naval en jefe, y una escuadra compuesta de los siete barcos siguientes, bajo su mando: "O'Higgins", cuarenta y ocho cañones, almirante el lord Cochrane, capitán Foster de la Ar– mada Real; "Lautaro", cuarenta y cuatro, capitán Guise, A. R.; "San Martín", sesenta y cuatro, almirante Blanco, capitán Wilkinson, del servicio de las Indias Orientales; "Chacabuco", diez y ocho, capi– tán Carter, teniente de la A. R.; "Galvarino", diez y ocho, capitán Spry, teniente de la A. R.; "Araucano", diez y seis, capitán Crosbie, teniente de la A. R.; "Pueyrredón", catorce, capitán Prunier, francés; haciendo un total de doscientos veinte cañones. Con la precedente fuerza, el lord Cochrane, entró en la bahía del Callao y atacó los fuertes. Su recibimiento fue más furioso que lo que había esperado; pero, no siendo sostenido, por algunas cir– cunstancias no explicadas, después de martillar sólo en los fuertes desde lejos y destruir uno de los ángulos extremos, fue forzado a aprovechar la brisa del mar, para cazar escotas y salir. Además del de los fuertes su señoría soportó el fuego de las fragatas "Esmera!-

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