Relaciones de viajeros

4 ESTUARDO NU&EZ fueron vencidos los primeros y varios de ellos tomados pns10ne· ros fueron llevados a uno de los conventos e inmediatamente fu– silados. Ramírez, el actual gobernador de Lima, ejerce una vigi– lancia muy estricta. Ninguna persona está permitida de caminar por las calles después de las diez de la noche; si no, se arriesga a ser arrestado; y si a tres o cuatro se les ve caminando juntos, se les dispara sin ninguna ceremonia. Junio 11.- Hoy día el cielo estaba despejado, y una fresca y vigorizante brisa se prolongó hasta la noche. Por primera vez, tuvimos la oportunidad de ver las cumbres de todas las cadenas de montañas que rodean Lima. Son elevadas y majestuosas, más allá de todo lo que hasta ese momento habíamos visto, y en varios lugares cubiertas con trozos de nieve, pero éstos parecen estar a gran dis– tancia. Sus picos son variados, algunos redondos, otros puntia– gudos, y sus laderas parecen estar cubiertas de verde, probable– mente de humedad. Como la estación, en este clima, es ahora sólo el fin del Otoño, es probable que la nieve que vemos en las altas cumbres pueda haber quedado ahí durante todos los meses de verano; y si así fuera, las montañas deben tener una prodigiosa altura. En el Ecuador, la línea de perpetua congelación se consi– dera desde los 15,719 pies de altura en la Lat. 46<?; en los Alpes es de 8,387; consecuentemente, si la altura de esta línea varía en proporción geométrica, la elevación de estas montañas es de 13,786 pies. Junio 13.- Este día fue marcado por un hecho atroz, por parte de las autoridades españolas, en el Callao. Alrededor de las 3 de la tar– de, la guarnición estaba formada con sus armas en la playa; ai– rededor de 35 personas fueron paradas en frente, aparentemente como prisioneros; se escuchó una descarga de mosquetería y .to– dos los infelices fueron a parar a la tumba. Después nos entera– mos que se había descubierto un motín por la información de un sargento, y que estos hombres habían estado conspirando para tomar posesión del fuerte y cedérselo a los patriotas. Había ha– bido un primer atentado, no hacía mucho, para tomar posesión del fuerte, y fueron fusilados dieciseis hombres. El General Bolí– var está ahora al lado de las cordilleras, se dice, con 5,000 co– lombianos y 6,000 peruanos, como a 150 millas de Lima. Las auto-

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