Relaciones de viajeros

232 ESTUARDO NU&EZ el resto e hirviéndola nuevamente; cuando se quiere usar de mez– cla con agua. Para la chicha de maíz se muele y hierve el grano, después de lo cual se agrega una cantidad de cumare machacado, una raíz similar a la yuca o papa y que tiene piel roja y todo se hierve nuevamente. No dura más de una semana. Los plátanos se cogen cuando están muy maduros, se pelan, machucan y hierven, después de lo cual son colados en cedazos de juncos y luego her– vidos nuevamente. Las chuntas son hervidas, y los huesillos ma– chacados, se mezclan con agua, se hierven y se cuelan. Esta chicha es apreciada más que la de plátano, pero no es igual a las del maíz o yuca. El comercio de Laguna consiste en enviar a Moyobamba cera de abeja, pescado salado y tortugas, a cambio de tocuyo; zarza– parrilla y aceite de vaca marina a Tabatinga, de donde obtienen cuchillos, anzuelos, machetes, azadas y cuentas. Los comerciantes que van a Tabatinga, también adquieren algunas telas inglesas y menaje de cocina para su propio uso, el que no revenden. El go– bernador usaba una camisa de algodón a cuadros de color celeste y pantalones amarillos, también de tela inglesa, por la cual ha– bía pagado cuatro reales la yarda en Tabatinga. El padre nos devolvió la visita, y aproveché la oportunidad para solicitarle cualquier información que poseyera. En respuesta sobre si los indios eran una raza que bebía mucho, respondió que durante los festivales, cuando todos se reunían, a veces bebían chicha en exceso, y se embriagaban, pero que de lo contrario no estaban en estado etílico permanente. Los describió como incivi– lizados pero fácilmente manejables. Los indios de Laguna eran de cuatro diferentes tribus. Los que había visto en Santa Cruz, vivieron anteriormente en Laguna, llegando allí de un lugar llamado Chamicuras, cerca de seis horas de viaje a pie hacia el interior; pero ellos y las otras tribus no se pusieron de acuerdo, y los primeros ocupantes llamaron intrusos a los chamicurianos, y peleaban siempre que la chicha producía su efecto, pero siendo la gente de Santa Cruz menor en número, solicitaron permiso para construir el pueblo actual. Al dar una relación de las producciones de la región, que no repito por ser similar a la dada anteriormente por el gobernador, el padre dijo que los indios habían destruido la zarzaparrilla. Le pregunté por qué y cómo lo habían hecho. Explicó que en cierto sentido se debía a su pereza natural pero principalmente por la forma en la cual habían sido últimamente tratados por los gober– nadores de algunos pueblos. Los gobernadores los obligaban a in-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx