Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 259 beza de tortuga, completamente descarnada por las hormigas y que la llevé como muestra. El pueblo tiene de veinticinco a treinta ranchos, con una iglesia. Los ranchos están mejor construidos que algunos de los que hemos visto, pero no son limpios en su interior. En algunos ranchos viven dos o tres familias, pero cada una tiene camas separadas, con las cuales los otros no interfieren. Mientras hacíamos las preguntas al Gobernador, el Padre, quien había terminado la enseñanza de los niños, se acercó y quiso com– prar algunos anzuelos. No había recibido sueldo alguno durante nueve años, pero tenía aún algunos pesos que guardaba para oca– siones muy importantes, y ahora solicitaba comprarnos algunos an- zuelos. Nos ofreció también vendernos cera de abeja, pero le infor– mamos que no habíamos venido en operación comercial y que la cera no nos sería de utilidad alguna mientras que los artículos que quedaban los necesitábamos para pagar a los indios y que por lo tanto no podíamos vendérselos aunque lo deseáramos. Le dimos sin embargo algunos, que nos agradeció pero quedó evidentemente desilusionado y se alejó triste. Antes de dejar los Omaguas trataré de hacer un comentario sobre la extraordinaria caleta en la margen del río en que se erige. Me parece que como corriente se increnta por la confluencia con el Ucayali, se precipita hacia el lado derecho hasta que el curso del río cambiando el N.N.O. al N.E. por N. la corriente se voltea por la punta de a margen derecha cortando violentamente hacia la margen izquierda donde es contenida y se forma una poderosa con– tracorriente que se dirige río arriba dejando entre ambas corrientes un pozo de agua calmada. Calculo la distancia entre ambas már- genes del río alrededor de una milla. La sondeé y encontré cuatro brazas; casi a cuatrocientas yardas de la margen en Omaguas; en el agua calmada nueve, aumentando gradualmente a trece brazas, y más profunda aún en la margen derecha. No parecía haber nada que indicara un bajío, y, según me parece Omaguas constituirá un centro de comunicación en situación inmejorable en caso de que se abran rutas por el Marañón. Lo que puede producir beneficios pos– teriores es una pequeña corriente entre un llano y la margen izquier– da hacia el Sur, inmediatamente debajo del escarpado en que se levanta el pueblo.

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