Relaciones de viajeros

10 ESTUARDO NUREZ Julio 26.- Esta mañana el Vicealmirante [Guise] subió a bordo para devol– ver la visita que el Capitán Maling le hizo unos días antes. Repre– sentaba alrededor de 50 años, tez oscura, modales finos y su sem– blante demuestra sentido de voluntad y gran determinación. Nos dijo que había recibido una carta de Bolívar, fechada hacía vein– tiséis días, en la cual, entre otras cosas, decía: "espero en veinte días poder estr~charle la mano en Lima". Seis días han transcu– rrido y todavía no hay noticia alguna sobre Bolívar. Rodil, el Gobernador español del Callao, fusiló dos hombres el otro día por sólo decir en el muelle que los patriotas estarían muy pronto allí. Julio 27.- Me desperté a las 4.30, desayuné en el camarote del Mayordo– mo, y a las 5.30 salí en el cúter verde con dos jóvenes guardia– marinas, hacia el Callao, distante cuatro millas. La carretera de Callao a Lima es un declive uniforme, de arena y cascajo, en una subida de casi 500 pies sobre el mar; la distancia se considera de dos leguas y m~dia, pero por mis cálculos creo que es más. Em– pleamos tres horas para llegar a las puertas de Lima. La tota– lidad de la planicie está ahora sin cultivar, aunque en el tiempo de los antiguos peruanos estaba cubierta de abundante vegetación y por medio de los canales del río Rímac, producía las más her– mosas cosechas. A poca distancia de la ciudad hay algunos lindos jardines encerrados entre murallas de barro sobre las cuales se ven elevados naranjales adornando con su fruta amarilla. Por casi un cuarto de milla fuera de la ciudad, el camino está som– breado por una doble fila de árboles muy parecidos al sauce -lo que se llama la Alameda-; y de un lado hay una excelente vere– da para caminantes. La ciudad está toda amurallada y hay porta– das a variadas distancias. La puerta por la que nosotros entramos es alta pero de arquitectura pobre; la albañilería de ladrillo cu– bierta con pasta blanca; hay un portón central y dos más peque– ños . La circunferencia total de la ciudad, dentro de las murallas, es de casi siete millas; las murallas en muchos lugares están cons– truidas en forma de bastiones. El río Rímac corre al lado norte de la ciudad, cerca de las murallas, pero la mayor parte de su agua es sacada del cauce principal y una acequia de agua pasa por todas las calles principales, paralela al río. Alrededor de las 9.30 llegamos a la casa que la Sra. Maling

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