Relaciones de viajeros

Carta IV LLEGADA AL CALLAO U.S. buque "Guerriere", Callao Junio 22, 1829 Nada de importancia ha sucedido en el transcurso de diez días, desde Valparaíso hasta este puerto. Tuvimos una agradable trave– sía con buen viento y fresco; pero la temperatura fue generalmen– te desagradable y nebulosa. La mañana del 18 esperábamos llegar a las cercanías del Callao antes del atardecer, o tarde por la no– che, pero a pesar de una clara luna, la atmósfera estaba tan densa que nos vimos obligados a ponernos al pairo, a una temprana hora, y esperamos el amanecer del día. Por la mañana la temperatura seguía todavía bajando, con una neblina casi llovizna y no fue hasta las nueve que se empezaron a ver por entre la brisa, los desnudos Gerros de San Lorenzo, una isla que protege el puerto del mar. Ya estábamos al Norte de ella, y con la dirección del viento hacia el anclaje: la tierra, a doce o quince millas de distancia, todavía permanecía encapotada. Al mismo tiempo, se divisó una vela a cinco o seis millas a sota– vento, avanzando también hacia el puerto; la que, mientras más nos acercábamos, tenía la apariencia de un buque de guerra; y po– co después resultó ser el "St. Louis", Capt. Sloat. Había sido des– pachada de Río de Janeiro, por el Comodoro Thompson, diez días antes de zarpar nosotros; pero después de una travesía tempestuo– sa y desastrosa por el Cabo de Hornos, llegó a Valparaíso sólo uno o dos días antes que el "Guerriere"; y había zarpado nuevamente hacia el Perú, la misma mañana de nuestra llegada a ese punto, y sin embargo, después de una separación de más de dos meses, to– davía llegamos al Callao -como habíamos dejado los Estados Unidos- en mutua compañía. A las dos se distinguían entre la niebla las embarcaciones al fondo de la bahía bajo la dirección del comodoro Janes en el más-

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