Relaciones de viajeros
RELACIONES DE VIAJEROS 355 camino a Lima es muy cómodo y directo, y tiene una muralla de barro a cada lado, y la ciudad está a siete millas del puerto, con una altitud de sólo trescientos pies sobre el nivel del mar. De ello se deriva que el ascenso es difícilmente perceptible; y al contrario es decepcionante que ya sea de ida o de vuelta, haya la apariencia de un descenso. A casi cuatro millas de la costa, se han plantado árboles a cada lado, lo cual junto con los jardines que están constantemente flore– cidos y con frutos, hacen de la entrada a Lima algo peculiarmente agradable y encantador. Por espacio de dos millas desde las portadas hay también pa– seos con bancos a cada lado y a distancia conveniente para la co– modidad del público y durante la noche son frecuentados general– mente por la gente distinguida, ya sea en sus calesas, en coches o a pie. Por este camino largo y bajo una amplia pero no muy vistosa arquería, uno entra a la ciudad de Lima, célebre por sus grandes riquezas y por haber tenido una de sus calles empedradas con plan– chas de plata, así como por haber tenido como fundador al gran Francisco Pizarra, quien parece empezó a habitarla ya sea en el año 1534 de nuestro Señor o en 1535. Es, como muchas otras ciuda– des fundadas por los españoles, trazada en cuadrados de 150 yar– das por lado, con calles de ancho en proporción, cruzándose unas a otras en ángulo recto. Aquellas que corren de Este a Oeste tienen un río, acequia de agua constante, y como el declive es suficiente, toda la suciedad que en otro caso sería dañina, es llevada afuera. Las que corren de Norte a Sur no tienen esa ventaja. En esta ciudad, la capital española de los dominios del Perú, se encuentra la resi– dencia del virrey, quien puede en todo sentido ser considerado como un monarca absoluto. El presidente de Chile está subordinado a él, pero por la dis– tancia que los separa, el virrey está impedido de tener mucho control sobre sus acciones. El Marqués de la Concordia, Abascal, era al tiempo de mi visita el virrey del Perú, y Osorio, el presidente de Chile. La extensión de esta ciudad puede ser estimada en cerca de odio millas de circunferencia, incluyendo el suburbio en la parte Norte del río, o sea alrededor de dos a tres millas de largo y una milla y media de ancho. Su fortificación consiste meramente de una muralla construida con ladrillos no quemados, de 15 a 20 pies de alto, y casi la misma medida de grosor, con bastiones de defensa, situados a una distancia no excedente de 200 yardas. El ancho interior del parapeto no es de ninguna manera ade.:
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