Relaciones de viajeros
360 ESTUARDO NU!itEZ La Inquisición está situada en la parte Este de la ciudad y ocupa más de una manzana. Tiene tres entradas pero la principal está en el centro, correspondiendo las otras a las residencias de los principales funcionarios. La Cámara del Consejo debe haber sido una soberbia habitación, y las oficinas correspondíentes tienen la apariencia de haber sido alguna vez espléndidas. Detrás de éstas, se encuentran las "cárceles secretas" que ganan en miseria comparán– dolas con las otras en elegancia. Cada uno de estos sombríos cala– bozos, donde tantas personas inocentes han padecido lentamente horas de dolor y miseria y de cuya suerte sus amigos han sido ignorantes, tiene alrededor de ocho a diez pies cuadrados y cerca de veinte de altura, habiendo en el techo un pequeño tragaluz que da entrada a una pequeña luz y poco aire, los cuales no están a su propia disposición ni pueden disfrutarlos sino que dependen del capricho de las personas destinadas a la vigilancia y las cuales también decidieron la figura de tormento aplicable al reo, para el propósito de colocar a la infeliz víctima en la idea de la muerte o de un aterrador futuro. Las diferentes salas de la Inquisición mantienen tanta afinidad entre sí en su arreglo y su modo de proceder, etc., que no puedo menos que ofrecer aquí para el conocimiento del lector unos cuan– tos abreviados extractos del señor Dellon, que espero no dejen de ~er interesantes. "Durante los meses de noviembre y diciembre, escuché todas las mañanas los quejidos de las infortunadas víctimas que estaban sufriendo el interrogatorio ( *). El auto de fe, como recuerdo haber ( *) El interrogatorio evidentemente aparece como la tortura, de la cual hay tres clases, siendo la primera, la más refinada: se le llama "la rei– na de la fortuna". Las manos del criminal se le atan a la espalda, y se le anudan con una cuerda, con la cual, por medio de cuatro cuerdas atadas de cuatro tiradores en cada esquina de la elevada habitación, es alzado en alto hasta el cielo raso en un instante, para ser luego bajado hasta unas pulgadas del suelo. Esto es repetido tres veces y por los súbitos jalones, todos sus huesos se dislocan. En este estado se le cuelga hasta que expire o confiese . 2da. Tortura. El instrumento es algo así como el yunque del herrero, con una alcayata no muy aguda en la parte superior. Como en el caso anterior, son atadas cuerdas desde los extremos de la habitación a las manos y pies del criminal. Es levantado un poco y luego es dejado caer con su espina dorsal exactamente sobre la alcayata que recibe el total de su peso. 3ra. Tortura. Es lo que llaman tortura ligera y se aplica solamente a las mujeres. Mechas de estopas y resinas son envueltas alrededor de las manos y luego se les prende fuego hasta que la carne se quema. Véase la descripción del señor Bomer sobre la Inquisición en Macerata.
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