Relaciones de viajeros
370 ESTUARDO NU~EZ ca y Tiabaya son las principales minas de oro. Vilques y Huancaveli– ca son notables por su azogue. Las minas de Yauri, Uchumayo, Are– quipa y Coctea producen los diferentes metales en todas sus clases de plata, cobre, plomo, hierro y cobalto; también los de antimonio, ar– sénico y magnesio. Ninguna de estas minas es al presente trabajada considerablemente, debiéndose esto a la inferioridad de su manu– factura, pero estaban permanentemente a la espera de máquinas de Inglaterra, lo que haría que sus trabajos progresaran. Las ciudades o pueblos de mayor consideración en el reino del Perú son Cuzco, Arequipa, Huancavelica, Trujillo, Tarrna. Sería necesario informar al lector que el Cuzco es el más antiguo, o que tuvo como fundador a Manco Cápac, o el primer Inca. Esta ciudad ha sido después la residencia real de once monarcas de su ilustrada raza, al final de cuya sucesión reinó Atahualpa, o duodécimo Inca, quien usurpó el trono, y después de haber sido culpable de los más atroces crímenes y crueldades, sobre los herederos legítimos, perdió sus dominios y fue él mismo estrangulado por los españoles de Francisco Pizarra. La extraña o incestuosa costumbre de mantener la sangre real pura casándose con la presunta heredera del trono, su hermana mayor, parece haber sido continuada aún en los últi– mos años de su soberanía, o hasta el tiempo de la revolución de Atahualpa. Huayna Cápac, el último Inca, padre de Huáscar y de Atahualpa, se casó primero con su hermana mayor y resultando es– téril ésta, casó con su hermana menor, o Rava Oclla, en la que tuvo a Huáscar, el heredero legítimo del trono. Atahualpa fue tenido por la hermana del rey de Quito, al cual había conquistado, y fue considerado ilegítimo. (Ver Comentarios Reales de Garcilaso Inca de la Vega, vol. I, p. 275). Manco Cápac, en su distribución de la ciudad del Cuzco, des– plegó gran talento, ya que pocos de ellos parecen haber descollado como él. El palacio real, el Templo del Sol, las oficinas del Estado y las casas pertenecientes a los altos funcionarios ocupaban una eminencia que recibía el nombre de Hanan Cuzco, o Cuzco sobre la lomada, dejando a la otra zona en la planicie, y que se llamaba Hurin Cuzco. Por el camino del Antisuyo la ciudad se divide y las divisiones menores aunque numerosas, son regulares. En este sec– tor el Inca colocó a aquellos pueblos salvajes conquistados que tra– jo consigo a la ciudad. De esa manera, si los conquistados venían del Este, en direccíón a este palacio, se les dejaba un lugar para su establecimiento y si venían del Oeste se les dejaba en el lado occi– dental y así sucesivamente. Un gobernador era designado entre ellos, y así les fue permitido conservar las costumbres usadas en sus dife– rentes países. "No obstante de ello -dice Garcilaso (vol. I, pág.
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