Relaciones de viajeros

22 ESTUARDO NU~EZ Setiembre 12.- · Esta tarde un pez llamado zorro marino se vio a la distancia jugando en la superficie del agua, estaba a un poco más de media milla, pero con un catalejo pude distinguir claramente una larga aleta blanca sobre cuerpo negro. De repente la aleta golpeó y el pez emergía de tiempo en tiempo, haciendo que la blanca es– puma volara en todas direcciones . Se dice que este pez y el pez– espada atacan juntos a la ballena: el zorro marino la golpea con su aleta en la superficie, mientras que el pez-espada lo hace por debajo. Este pez parece entretenerse mucho golpeando a una ba– llena, cuya espalda emerge de vez en cuando en la superficie. Setiembre 20.- Hace unos días comí a bordo de un pequeño bergantín in– glés invitado por el capitán Foster, para bautizar a uno de sus hi– jos. Recién había traído un cargamento de sal de las cercanías de Huacho. Esta sal se encontraba en un lugar llamado Las Salinas, o mina de sal, bajo circunstancias muy particulares, como a tres leguas de la costa, extendida sobre una gran planicie. Está co– mo a un pie o más de profundidad; no hay vestigios o aparien– cia de agua o fuentes por el lugar, y se dice que cuando se saca parte de ella, el espacio se vuelve a llenar. Setiembre 23.- Hoy fui con el cirujano del Cambridge a hacer una visita a bordo del Asia. Tan pronto subimos la escalera y llegamos a la escalinata, los oficiales en vigilancia nos invitaron a la recámara. Mucho~ de los oficiales estaban allí, algunos hablando, otros ju– gando el chaquete; en la ventana habían cojines donde descan– saba un perro. Los oficiales estuvieron muy educados, especial– mente el Padre a quien particularmente quería visitar. Nos que– damos como un cuarto de hora y después nos despedimos. Octubre 6.- Hoy por primera vez me aventuré a subir por la jarcia de me– sana. Tan pronto como había trepado algo arriba, cinco o seis jó– venes, mis alumnos, subieron las sogas y, mostrando gran ale-

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