Relaciones de viajeros
26 ESTUARDO NU~EZ Noviembre 3.- Hoy hicimos una excurs10n a Chorrillos, pero el oleaje era tan fuerte que nos fue imposible desembarcar, y el 5 regresare– mos al Callao. A nuestro regreso nos informaron sobre una fuerte acción que tuvo lugar el 3 entre españoles y patriotas en Lima y Callao. Un gran grupo de los últimos, que se decía sumaba 1,200, marcharon hacia Lima desde Chancay, y un general Urdaneta, sin dejarlos refrescarse en la ciudad, les ordenó marchar hacia el Ca– llao. Los españoles habían preparado una emboscada a poca dis– tancia de la Alameda, escondiendo hombres escogidos detrás de unos edificios en ruinas. Los patriotas avanzaron sin tomar la precaución de reconocer el camino, y cuando pasaron a sus ene– migos a distancia suficiente, los soldados escondidos salieron y les cerraron el paso detrás de ellos en la carretera. Un cuerpo de españoles, apostados en La Legua, que está a medio camino entre Callao y Lima, avanzó al mismo tiempo para atacarlos de frente, poniéndolos así entre dos fuegos. Al primer ataque los oficiales patriotas huyeron todos: Urdaneta, el comandante en Jefe, fue el primero en dar el ejemplo. Los soldados al quedarse solos, se dispersaron en todas direcciones, y como 150 de ellos quedaron en el campo. Uno de nuestros compatriotas fue el único oficial que demostró algún coraje. Se esforzó en hacer frente con 20 hombres, pero éstos, al ver huir a los otros, también huyeron. Los españoles persiguieron a los fugitivos por todas las calles de Li– ma, y los patriotas retrocedieron a sus cuarteles como a tres le– guas de la ciudad. Los españoles perdieron sólo cinco hombres y cinco quedaron heridos. Sus muertos fueron levantados y enterra– dos, pero Rodil dio órdenes de que los cuerpos de los patriotas debían dejarse sin enterrar como presa de perros y aves. Estas ór– denes fueron rigurosamente ejecutadas y para desgracia del nom– bre español, los cuerpos de estos infelices fueron destrozados y devorados por los perros y gallinazos, aves de carroña que abun– dan en este país. Noviembre 11.- Hoy fui a Lima solicitado para asistir al bautizo de un hijo del Sr. Pfeiffer hanoveriano de nacimiento, y establecido co– mo comerciante en Lima. Desembarqué en el Callao alrededor de las 10, donde fui recibido por un caballero de Noruega que había
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx