Relaciones de viajeros

RELACIONES DE VIAJEROS 29 .... _ ...__. a uno, desde el mástil hasta el final de la cubierta, cogiendo una soga que para la ocasión, va desde los cabos hasta el mástil. El ca– pitán Maling hizo pasear a Bolívar toda la nave, después de lo cual almorzó en la cabina, con un pequeño grupo en el cual estaba yo, y le fui presentado formalmente. Parece medir unos 5 pies 8 pul– gadas de alto, de complexión morena, calvicie incipiente, de cabello negro, ligeramente canoso, bigotes grises, ojos de color castaño, tronco y extremidadas delgados. Vestía un uniforme ricamente cubierto de encaje, charreteras grandes, lujosas, y una escarapela grande, dorada, en su sombrero, pantalones rojos y botas hasta las rodillas. De apariencia franca y conversación vivaz y sencilla, pe– ro su aspecto y semblante denotaban ser de un hombre preocupa– do y trabajador. Noviembre 17.- A las tres de la tarde, su Excelencia el Libertador vino nue– vamente a bordo con los oficiales de su Estado Mayor y Montea– gudo en ropa de civil. Se le recibió con los acostumbrados hono– res -una salva de 17 cañones y formación de guardias- y esta vez, como una forma adicional de respeto, todas las banderas del bar– co fueron izadas sobre sogas desde la cubierta a la punta de ca– da mástil. El Libertador vestía su uniforme usual, saco azul y pan– talón rícamente adornados con encajes; medias de seca blanca y za– patos. Todos almorzaron a las 3 p.m. en la cabina y hubo muchos patrióticos brindis en la ocasión de la visita. Bolívar ofreció su brindis en adecuado discurso, en francés, expresándose en términos magníficos sobre el poder de Gran Bretaña y la facilidad con que ofrecía su ayuda a las naciones que luchaban por su libertad e in– dependencia. Los botes estaban ordenados para la puesta del sol, pero la conversación en la cabina continuaba tan agradablemente que se pospuso la partida. La guardia estaba reunida tanto en el Cambridge como en el Fly, corbeta ésta de 21 cañones, anclada cer– ca de nosotros. Tan pronto como el Libertador y su grupo se aleja– ron en sus botes, los cañones dispararon su salva y los hombres de guardia dieron tres hurras. El espectáculo en conjunto era muy her– moso; el relampagueo de los cañones a la media luz arrojaba som– bras sobre la nave y se dibujaban las siluetas de los hombres contra el cielo como trasfondo. Ayer Bolívar envió 10 bueyes y 50 ove– jas para el uso del capitán y la tripulación y hoy día remitió, ade– más, al Capitán, dos vacas lecheras con sus terneros. Desem– barqué esta mañana con un martillo para examinar las rocas. Las

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