Relaciones de viajeros

30 ESTUARDO NU~EZ que vi en la playa ' eran exactamente como las que observé en la Isla de San Lorenzo: pizarra, alternando con una roca muy du~ ra, aparentemente cuarzo, y piedra verde o piedra verde profídi– ca. Los cerros a lo largo de la costa presentan un aspecto unifor– me de desolada esterilidad y están cubiertos hasta su cumbre de arena. Hay varios cursos de agua en la vecindad de Chancay y se me ha dicho que a cierta distancia tierra adentro, en los valles, hay muchos lugares fértiles y cultivados. Cerca de Chancay vi el algodón en flor: ésta es grande y con una hermosa corola de vivo color amarillo . Noviembre 18.- Hoy día zarpamos a las diez de la mañana para regresar al Callao, pero siendo escaso y desfavorable el viento, no nos per– mitió llegar a Ancón hasta el siguiente día. Un poco antes de la puesta del sol fuimos agradablemente sorprendidos por la apari· ción de un grande y bien formado arco iris, hacia el este, acom– pañado por su aureola. Este es el primer arco iris que he visto en la vecindad del Callao. Noviembre 19.- Hoy día cerca de las cuatro de la tarde, anclamos en Ancón con siete brazas de profundidad. La bahia está protegida hacia el sur por una península saliente y por todos los lados se ven magníficas montañas que se elevan unas encima de otras tanto a cuanto alcanza la mirada. Todas las montañas tienen aparien– cia cónica y están cubiertas de arena. ¿Podría ser esto el resulta– do de un estrato arenoso destruido por el tiempo y el clima? La isla de San Lorenzo puede ser considerada como un ejemplo en miniatura de todas las formaciones a lo largo de la costa, piza– rra alternando con una roca parecida al cuarzo, muy dura, piedra verde y piedra verde porfídica y ocasionalmente vetas de piedra calcárea. Ancón está en manos de los patriotas; es un pueblo con unas cuantas casas de barro. Su autoridad, el Gobernador, es un hombre de vestir modesto, y bajo sus órdenes inmediatas hay un Vicegobernador. El Comodoro Hall y varios mercantes americanos están intentando desembarcar su carga en este lugar para el mercado de Lima. El comodoro dejó el Callao y trajo consi– go todas las naves mercantes para que los derechos de desembar– que los recibieran los patriotas. Esta medida ha irritado tanto a Rodil que ha publicado un bando declarando que toda la merca– dería que se encuentre en camino a Lima y que no haya sido des·

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