Símbolos de la patria

SIKBOLOS DB LA PATRIA 113 CARTA DEL CORONEL TOMAS GUIDO A. SU ESPOSA, . EN LA QUE LE INFORMA. QUE EL 5 DE AGOSTO DE 1821 SE CANTO POR PRIMERA VEZ EN EL TEATRO DE LIMA LA MARCHA NACIONAL Linia, ag~sto 6 de 1821.' · Mi adorada Pilarcita: Supongo que a esta fecha se habrá celebrado en ésa con gran– des festejos nuestra entrada en Lima. Aquí ha causado en el pueblo transportes de verdadera locura. El 28 del mes anterior se juró la independencia del Perú. No he visto en América un concurso ni · más lucido ni más numeroso. En todas las plazás que se hizo la jura· ·apenas se podía imponer silencio un instante. Las aclama– ciones eran un eco continuado de todo el pueblo. Yo fui uno de los que pasearon ese día el estanda-rte ·del Perú independiente. Te protesto que ese momento de placer no puedo compararlo sino con el primero en el que creí poseer tu corazón. Jamás podría premio alguno ser más halagüeño para mí que ver enarbo1'ada la enseña de la libertad en el pueblo más importante de este lado de América y cum plido el o bjeto de nuestros trabajos en la presente campaña. Varias escen.as tocantes se vieron ese día entre el bajo pueblo, y sus demostraciones fueron tan candorosas, como' sincero el gozo que asomaba en el semblante de todos. En esta misma noche se dio refresco y baile en el Cabildo. Ninguna tropa pudo contener la aglomeración de la gente. La noche siguiente se dio en el palacio del general un baile a que asistieron todas las señoras. Esto requiere una distinción particular para lo que no tengo tiempo. La compostura con que se presentaron aquellas era elegante. Yo bailé mi contradanza de etiqueta. . . Siguieron después las ilu– minaciones y comedias, y ayer se cantó por vez primera en el teatro de Lima bi marcha nacional. Todas las castas y cofradías de negros se han esmerado en celebrar la independencia. Ayer tarde se veían reunidos en la plaza y calles inmediatas, más de diez y seis mil almas repartidas en bandas, c00 diferentes bailes y bajo distintas banderas. Pero todo esto forma un contraste singular con el cañoneo que ·constantemente se oye de nuestro ejército hacia el castillo de San Felipe y desde éste a aquel. Los_españoles aún se sostienen dentro de las fortificaciones del Callao y sufren un riguroso sitio en el que perecerán o entrarán en partidos, si alguna ocurrencia extraordinaria no nos obliga a dirigir las fuerzas a otra parte. Hace cuatro días que fui al castillo del Real Felipe a proponer la capitulación a su jefe. Se me recibió muy bien por los generales

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