Símbolos de la patria
138 GUSTAVO PONS MUZZO con ellos se iniciaba para Alcedo la segunda era de su vida, y la que debía darle un nombre que no morirá jamás. Corría el año de 1821. El 9 de Julio las huestes de San Martín se apoderaron de Lima, y diez y nueve días después se proclamaba la independencia del Perú por aquel caudillo, en la plaza principal de la capital. Al mes siguiente la Gaceta Ministerial registraba un llamamiento hecho por el Gobierno, a los artistas y compositores, para que escribiesen ' Un himno patriótico, señalando al mismo tiempo, como recompensa al · artista que resultase agraciado por la adopción de su himno, el premio del Gobierno y las gracias de sus conciudadanos. El objeto del Gobierno, al abrir este concurso, era adoptar un himno, el más perfecto posible, como Himno Nacional de la República. Lucha tan noble no pudo menos que excitar el celo y despertar las aspiraciones, al mismo tiempo qu~ halagar las esperanzas de muchos ciudadanos. Siete composiciones entraron en el concurso. El día prefijado fueron examinadas todas ellas, y ejecutadas en el orden siguiente: La del Músico Mayor del batallón «Numancia», la de Alcedo, la de Guapaya, la de Tena, la de Filomeno, la de Aguilar, y por último, otra de Alzedo. Apenas hubo terminado la ejecución de esta última, San Martín, poniéndose de pie, exclamó: «Sin disputa, este es el Himno Nacional del Perú». Al día siguiente, un decreto confirmaba esta opinión expresada en un momento de entusiasmo. El nuevo Himno fue estrenado la noche que se celebró en Lima la entrega de las fortalezas del Callao. Alcedo, conducido al salón presidencial por el Coronel Paroissien, fue objeto de atenciones de todo género y estuvo presente en este triunfo de su encantador talento cuyas primicias había consagrado a su naciente patria. La bella voz de la señora Rosa Merino fue la primera que entonó nuestra Canción Nacional. Los versos originales de la Canción, algo alterados hoy, son los siguientes: CORO ¡Somos libr.es ! ¡seámoslo siempre! Y antes niegue sus luces el Sol, Que faltemos al voto solemne Que la Patria al Eterno elevó.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx