Símbolos de la patria

SIMBOLOS DE LA PATRIA OPINION CRITICA DE CARLOS RAYGADA SOBRE ESTA VERSION DEL HIMNO 191 "Himno Nacional/ del Perú/ para/ Canto y Piano j Música de / D. Bernardo Alcedo / Almacén de Música / de / E. Niemeyer e lnghirami. / Lima / Calle de Mercaderes 49 / Valparaiso~ Calle del Cabo - Santiago, Calle del Estado / 50 / Lith. inst. v. Ed. Ritter, Hamburg." Cubierta con dos banderas semejantes a las de la edición de Beyer, más pequeñas, copiadas de un mismo modelo. Una lleva el escudo tal mal dibujado como los de aquéllas; la otra, una inscripción: "28 de Julio v: de / 1821".. 10 págs., 5 de música, en Fa-mayor; el coro a tres voces, sopranos y tenores en un pen– tagrama, bajos en otro; la estrofa a una voz. La parte pianística está concebida como acompañamiento ornamental, semejante al sis– tema empleado por Eklund, con acordes, corcheas arpegiadas y octa– vas unísonas col canto, especialmente al comienzo del coro, en el que Alcedo reafirma su concepto de unisonalidad, como contundente refutación a la iniciativa harmónica de Eklund. La pág. 3 contiene la letra .del coro y las seis estrofas originales de Torre Ugarte, lo que, a pesar de sus errores tipográficos, hace de esta edición un documento histórico tan decisivo como la carta autógrafa de Alcedo para desautorizar la inclusión de la estrofa "Largo tiempo ... " entre la letra declarada intangible. Fecha de la edición, según aviso publi– cado en "El Comercio", 28 de nmyo de 1864, o sea a pocos dfas menos de un año de la de Eklund. Este ejemplar tiene también valor histórico por ser el único que se conoce _:_y al parecer el único que se publicó- positivamente autorizado por Alcedo. Es, asimismo, el único precedido de una Introducción, la cual ha de servirnos específicamente para garan– tizar la autenticidad de la versión como proveniente de su propio autor, no sólo por la referencia qu~ tenemos de Eklund, sino tam– bién por otros dos poderosos y concluyentes argumentos: 19, la decla– ración expresa de Rebagliati en su edición oficial, que a la letra dice: "Harmonizada, .ritmada e instrumentada, añadiéndole una nueva introducción . .. ", lo que inevitablemente nos obliga a suponer la existencia de otra, y, 29, por la precisa noticia que ofrece el músico chileno José Zapiola, discípulo y amigo de Alcedo, en su libro Re– cuerdos de treinta años, en el que, al hacer la crítica del Himno de Chile, de Carnicer, dice así: "No consideramos la introducción, porque este es un ad– minículo desconocido en todos los modelos de esta especie de canto. La Marsellesa no tenía en su principio introducción; no

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