Símbolos de la patria
StMBOLOS DE LA PATRIA 9 SAN MARTIN PROCLAMA LA INDEPENDENCIA ENARBOLANDO EL PENDON O ESTANDARTE CON EL NUEVO ESCUDO DE ARMAS Proclamación y iuramento de la Independencia. Desde la aclamación pública del 15 de Julio anunciada en la gaceta núm. l. la cual subscribieron el mismo día, y han continuado subscribiendo en los posteriores las primeras y más distinguidas personas de este vecindario, quedaron los votos de esta capital uni– formados con la voluntad general de los pueblos libres del Perú. Nadie hubo que no ansiase desde entonces por el momento de consolidar la base de la independencia del modo más solemne y extraordinario, cual cor:r;espondía a un pueblo soberano en el actq de recuperar el goce de los derechos imprescriptibles de su libertad civil. Destinóse al efecto la mañana del 28 de este mes; y ordenado todo por el Excmo. Ayuntamiento conforme a las disposiciones de S. E. el Señor General en Jefe Don José de San Martín, salió este de palacio a la plaza mayor, junto con el Excmo. Señor Teniente General Marques de Montemira, Gobernador político y militar, y acompañándole el E.M. y demás generales del Exército Libertador. Precedía una lucida y numerosa comitiva compuesta de la Universidad de San Marcos con sus cuatro colegios: los prelados de las casas religiosas: 1-0s jefes militares: algunos Oidores, y mucha parte de la principal no– bleza con el Excmo Ayuntamiento: todos en briosos caballos rica– mente enjaezados. Marchaba por detrás la guardia de c~ballería y la de alabarderos de Lima; los húsares que forman la escolta del Excmo.· Señor . General en Jefe; el batallón número ocho con las banderas de Buenos Aires y de Chile, y la artillería con sus cañones respectivos. En un espacioso tablado aseadamente prevenido en medio de la plaza mayor (lo mismo que en las demás de la ciudad) S. E. el Gene– ral en Jefe enarboló el pendón en que está el nuevo escudo de armas de esta recibiéndole de mano del señor Gobernador que . ..1~ llevaba desde palacio; y acallado el alborozo del inmenso concurso; pronunció estas palabras que perman~~~rá~ esculpidas en el corazón de todo peruano eternamente: el Perú····es" desde este momento libre e inde– pendiente por la voluntad general de los pueblos, y por la Justicia de su causa que Dios defiende. Batiendo después el pendón, y en el tonG de un corazón anegado en el placer puro Y celestial que solo puede sentir un ser b~néfico, repetía mucha veces: Viva la Patria; Viva la Libertad; Viva la Independencia; expresiones que como eco festivo resonaron en toda la plaza, entre el estrépito de los cañones, el repique de todas las campanas de la ciudad, y las efusiones de albo-
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