Símbolos de la patria

404 GUSTAVO PONS MUZZO Si esa mus1ca engrandece, la letra es el trasunto imborrable del ambiente sentido con la explosión del triunfo y con el éxito rotundo de la independencia consumada. Podrán encontrarse defectos técnicos. Pueden los versos estar exentos de templanza, de serenidá.d, de elegancia. Sus defectos son, sin embargo, defectos de la generación, del momento, de la época. Tienen el desorden y la exaltación del trajín de entonces. Está satu– rado, por supuesto, de odio. Llega, por eso, a veces a una culpable exageración; pero expresa magníficamente el entusiasmo inconte– nible de las huestes patrióticas y el valor, la fuerza, el pujante y clarividente idealismo de los Libertadores. Ambos .-Torre Ugarte y Alcedo- merecieron la gloria envi– diable de ser los intérpretes de la emancipación nacional. Podemos decirlo con orgullo legítimo; el patricio y el plebeyo, el señor de ilustre cuna y el humilde músico de convento, el tqgado elocuente y el artista silencioso,, Torre Ugarte y Alcedo pasaron por el mundo sin hacer daño ni cometer error, acompañando el uno -Torre Ugarte- con noble fidelidad e hidalgo ardimento a su amigo el General San Martín, como oficial mayor de guerra, y dejando como magistrado honda huella de probidad y de ciencia hasta su falleci– miento en 1831, siendo vocal de la corte superior de La Libertad; y marchando el Ofro, es decir, Alcedo, al frente de las bandas mili– tares del Perú y hasta 1878, año de su muerte, manteniendo ince– santemente el fuego del ardor libertario. Al lado de fa gloria de artistas pueden exhibirse, con. ventaja, por ello, su gloria de ciudadanos inmaculados que ostentaron siem– pre, esa honestidad, esa pureza cívica, ese heroico desinterés, ese despego ejemplar, sin los cuales no se concibe la creación y el man- tenimiento de la .República. · La juventud ha acudido a la cita de hoy exhibiéndose al lado de la familia y del pueblo, unidas sus almas en el mismo ~enti.t. miento de simpatía para con nuestros mayores y en una sola aspi- ... ración común: el bien de la patria. Representativa del ciudadano futuro, la juventud ha figurado en primera línea porque es nuestro anhelo imprimirle en su frente podérosa el sello de la verdad y del honor. Ello le servirá de norte y empujada por la' fe, con la fuerza del deber, contemplará que muchas-auroras quedan que aún no des– punt an e incontables cimas por conquistar.

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