Fénix 1, 104-120

bien, en la contempiación de las oficiales demostraciones de duelo. En el firmamento brillaba una de las primeras lunas del año 1801 ( 6 ) . VueIve a la amorosa quietud de su convivencia con los textos clksicos. Pronto es incorporado al Colegio del Príncipe -creado el año 1771 para los hijos de caciques, en el local donde antes funcionara la casa de estudios de los jesuítas-, como maestro de latín. Y en la iglesia de! Sagrario contrae matrimonio con Manueia Josefa del Solar y Duque de Estrada, el 24 de agos- to de 1804 ( 7 ) . Tal es su contracción a la enseñanza, tal su eficiencia magisterial, que de año en año va creciendo su prestigio. Conquista la estimación de sus alum- nos, e1 respeto de sus colegas y la confianza de las autoridades, porque los exámenes dan fe de la certera orientación que imprime a su labor docente. En 1806 ( 8 ) le piden que elabore una composición, para la apertura anual de los estudios en la regia y pontificia Universidad de San Marcos. Por príme- ra vez, el claustro escucha una composición en verso latino, armoniosamente recitada por un alumno del Colegio del Príncipe. Y, desde entonces, José Pérez de Vargas escribe -en prosa o verso, alternativamente- las prelu- (6).-Para confirmar esta fecha, véanse los datos que nos da el propio José Pérez de Vargas, en los títulos con que respalda sus prelusiones académicas. En 1844, "annis in hac urbe tribus et quadraginta"; en 1845, "annis ab hinc quatuor et quadraginta": en 1850, "novem et quadraginta ab hiic annis"; en 1851, "quincuaginta ab hinc annis". Entre el nú- mero del año corriente y los años de su ejercicio docente en Lima hay, pues, una unidad de diferencia. Y, si se tiene en cuenta que los años de ejercicio docente se consideran como unidades cuando han sic60 cumplidos, en tanto que los añas cronológicos se consideran como tales desde su comienzo; si se tiene en cuenta que, pura atribuirse un año de servicios en 3802 y para ser destinado al empleo correspondiente, era necesario que se hubiera hallado en Lima antes de iniciarse el año escolar, se verá que su viaje debió concluir cuando co- menzaba el año 1801. Se me puede advertir que, en 1848, José Pérez de Vargas decía haber estado "annis ab hinc octo et quadraginta"p y en 1849, "annis ab hiic novem et cuadraginta". Pero tal confu- sión es muy explicable, si se considera que había comenzado a prestar servicios en 1801, pues esto podía inducirlo a contar sus años de ejercicio docente por el número del año que co- rría. Y, por última, me inclino a creer que no vino al Perú antes de 1801. Porque en sus di- versas composiciones vierte tantos conocimientos referentes a Italia, que obliga a suponer que allí concluyó su educación y allí alcanzó cierta madurez intelectual. (7).-Manuela Josefa del Solar y Duque de Estrada, tía materna de Felipe Santiago Salaverry, cantaba a la sazón dieciseis años, como consta por la partida de bautismo que in- cluimos en el apéndice. En cuanto respecta a las formalidades de la ceremonia matrimonial, véase en el apéndi- ce la correspondiente partida parroquial. (8).-Véase (20, nota de la página 6. José Pérez de Vargas hace constar, en esa no- ta, que a él se debe la composición de las prelusiones que, desde 1814, fueron recitadas en la apertura anual de los estudios universitarios. Pero yo me permito adelantar esa fecha: lo, porque he hallado una prelusión -véase (1- correspondiente al año 1807; y 2", porque presenta como "allocutio X L V lb prelusión correspondiente al aña 1850 -véase (26-, y como "allocutio X(L)VII" -véase (29- la correspondiente al año 1852. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944

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