Fénix 1, 46-86
Probablemente sus gestiones no tuvieron éxito, y quizá se agravaron sus desavenencias de criollo con sus hermanos españoles de orden. Desavenen- cias que no deben extrañarnos, ya que es bien sabido que por aquella época cada convento era un hervidero de intrigas y de pasiones,, suscitadas entre los bandos de frailes criollos y españoles. Talamanres solicitó entonces pa- sar a España, recibiendo la comisión de asistir al Capítulo General de la Orden. El Virrey del Perú le dió pasaporte y el Provincial de su Orden en Li- ma, Fray José Pagan, le concedió licencia fechada en 20 de septiembre de 1798. Fray Melchor se dirigió primero a Guayaquil, en donde permaneció al- gunos meses, y en donde probablemente tampoco logró hacer buenas migas con los mercedarios españoles, pues años más tarde, al pasar por México Fr. José Terán, religioso de aquella provincia, esparció la voz de que había sa- lido fugado de Lima, afirmacián que como veremos más adelante es a todas lu- ces falsa. Su vida en Mexico. Fray Melchor llegó a Acapulco el 26 de noviembre de 1799 (3) . Pasó luego a la capital de la Nueva España, siendo recibido en el "convento gran- de" que en ésa tenían los mercedarios, por orden del Virrey don Miguel de Azanza. Debió salir rumbo a España al terminar la guerra que aquel país sostenía con Inglaterra, pero acabada ésta, según dijo el P. Comendador Bo- nilla, se negó a partir. No es de extrañar su negativa para irse, pues al poco tiempo de llegar a México logró trabar amistad con la flor Y nata de la intelectualidad de en- tonces, encontrando amplio campo para sus actividades y distinguiéndose al mismo tiempo por sus dotes oratorias y su sólida instrucción. El 28 de marzo de 1800 pronunció su primer "Sermón político moral" en la Capilla Mayor del Palacio del Virrey. Y aunque creemos que sus activi- dades en este campo de la oratoria fuesen vastas, sólo ha llegado hasta (3).-Señalamos esta fecha porque el P. Talamantes y los otros mercedarios declararon que había llegado en noviembre de ese año y la "Gazeta de México" del 7 de diciembre de 1799 dice aue el 26 de noviembre "llegaron a Acapulco, procedentes del puerto de Lima y de Guay¿;quil las fragatas mercantes y particular Ntra. Sra. de Guadalupe y Santa Bárbara.,. la fragata Princesa procedente de Lima y el místico Santo Angel de la Guarda procedente de Guayaquil". En uno de esos barcos debió llegar Fr. Melchor. pues en muchos meses an- teriores no hay aviso de llegada a ese puerto. Pera contra esta aseveración está el hecho de que entre los papeles del Padre se encuentra una licencia del Arzobispo de México con- cediéndole licencia para confesar y predicar en esta ciudad. fechada en 27 de noviembre. No nos explicamos ésto. sino en el caso de que sea un error del copista. y que el permiso se ccncediera en diciembre, pues no creemos que siendo la "Gazeta" un diario oficial pudiera incurrir en error en este caso, pues el comercio estaba pendiente de la noticia de llegada y salid3 de barcos. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944
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