Fénix 1, 87-103

rnondi es anticuado respecto a la demarcación de las fronteras políticas de la República, sigue siendo aún una de las fuentes cartográficas más seguras de1 Perú. El espíritu de progreso que caracteriza al Perú. sobre todo a partir del segundo gobierno de Ramón Castilla, comenzó a dirigir su mirada hacia los inmensos territorios más allá de la Cordillera. La importancia económica ca- da vez más creciente que adquirieron estas regiones a raíz de la explotación del caucho, impulsó al Gobierno a explorarlas y a establecer seguras vías de comunicación. A partir de mediados del siglo pasado hasta comienzos del presente, se ampliaron en forma inusitada, no solamente los conocimientos ge- nerales acerca de la geografía del Oriente peruano, sino también y en primer término, la cartografía amazónica recibió gran estímulo por los viajes y re- corridos de innumerables exploradores peruanos. Entre éstos ocupa un sitio de honor el Prefecto de Loreto, don Pedro Portillo, a cuyo celo incansable se debe la formación del Atlas del Amazonas y sus afluentes que se publicó en 1912. Fué Portillo quien trazó por primera vez el perfil auténtico de los afluentgs del Amazonas durante su administración del departamento de Lo- reto, en 10s años de 1901 a 1904. Su atlas se compone de 20 mapas y pla- nos, y en ellos se sintetizan los esfuerzos desplegados por numerosos marinos e ingenieros peruanos en la exploración de los ríos de la hoya amazónica. Los mapas del Coronel Portillo se conservan en el Archivo de límites del Mi- nisterio de Relaciones Exteriores. El atlas que reune estos mapas es ya muy raro. El ejemplar que nos sirvió para esta reseña bibliográfica carece de por- tada y de fecha de impresión. En la cubierta está estampada con letras do- radas la siguiente leyenda: Cartas Geográficas del Departamento de Loreto. Segíin las fechas que aparecen en los mapas, estos fueron grabados entre 1905 y 1912. Tales esfuerzos cartográficos tienen su lógica continuación en la labor del Servicio Geográfico del Ejército que está trabajando, desde 1928, en la formación del nuevo y definitivo Mapa del Perú. Esta tarea que, por las ex- traordinarias dificultades que presenta la topografía del territorio nacional, sólo puede avanzar lentamente, se basa en una triangulación geodésica en la Costa y en la Sierra y en una red astronómica en la Montaña. Cuenta asi- mismo con la ayuda de la fotografía aérea que adquiere cada vez mayor im- portancia en esta clase de trabajos. El Servicio Geográfico del Ejército ha puesto ya a disposición del público una serie de mapas parciales. En 1938, se editó un mapa mural que fué trazado por la Sociedad Geográfica de Lima en colaboración con el Servicio Geográfico del Eéjrcito y utilizando el mapa de la Dirección de Obras Públicas y Vías de Comunicación del Minis- terio de Fomento. Como resultado de estos esfuerzos se editaron igualmente una serie de atlas menores y de colegio. Nos limitamos a citar el "Atlas del Perú" traza- do por la Sociedad Geográfica y publicado por el Ministerio de Fomento con motivo de la celebración del primer Centenario de la Independencia Nacio- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx