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nal, en 1921. Este atlas cuya escala es 1: 1.000.000 tiene la ventaja de estar provisto de un índice alfabético de nombres. Finalmente, en 1940, el Instí- tuto Peruano del Libro editó su "Nuevo Atlas Geográfico del Perú", que se compone de 16 mapas y fué aprobado por el Ministerio de Relaciones Exte- riores, después de haber sido revisado por el Dr. Emilio Romero, catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Marcos. Hasta aquí hemos tratado de la cartografía moderna del Perú. Pese a su larga fecunda tradición como centro geográfico de la América Meridional, pese al incalculable número de documentos cartográficos, tanto inéditos co- mo publicados, nunca llegó el Perú a formar una mapoteca. No faltaron pro- yectos que ir~sinuaronla organización de una mapoteca en la Sociedad Geo- gráfica. Sin embargo, jamás se realizaron (19). Con la reorganización de la Biblioteca Nacional, el establecimiento de una mapoteca peruana sólo será cuestión de tiempo, si se tiene en cuenta que gracias a la ayuda de las copias fotostáticas los gastos requeridos por la adquisición de mapas se reducen considerablemente. Sin embargo, la historia y la historia geográfica en el Perú no carecen por completo de esta importante documentación. Colecciones de mapas de gran valor acompañan los alegatos de límites entre el Perú y los países ve- cinos. Debe mencionarse en primer término, la colección de mapas que reu- nió el internacionalista Dr. Víctor M. Maúrtua en su magistral "Juicio de 1í- mites entre el Perú y Bolivia". Dicha colección que abarca 104 mapas, com- prende un gran atlas con 58 mapas en parte en color, 1 carpeta con 12 mapas en color y en negro y 1 caja con 34 mapas grandes en color. El Dr. Malir- tua reunió en esta colección, no solamente los mapas que podían servir como pruebas de las aspiraciones territoriales peruanas, sino también otros, desde los más antiguos del siglo XVI hasta los más recientes, para dar así una vi- sión exacta del desarrollo de la demarcación política americana, desde la Conquista hasta los tiempos modernos. Estos mapas constituyen. por consi- guiente, un material de enorme valor actual, tanto para el historiador como para el geógrafo. Solo es de lamentar -y este defecto se debe al fin con- creto para que ellos sirvieron- que no los acompañen leyendas más expli- cativas y datos bibilográficos detallados y exactos. Formar un catfilogo téc- nico de esta formidable colección, sería una tarea muy instructiva y de gran utilidad para el seminario de geografía de la Universidad. Cabe agregar que la reproducción de estos mapas está hecha con toda perfeción y lujo: sobre todo, el atlas es una obra verdaderamente hermosa. La colección Maúrtua se publicó en Barcelona, en 1906. Otra colección importante es la que acompaña el "Arbitraje entre el Perú y Ecuador" de los señores Cornejo y de Osma. Las dos colecciones en conjunto se complementan en cierto mo- 19) Véase el informe del Dr. Luis Ulloa sobre el proyecto de una mapoteca en la Seciedad Geográfica de Lima. Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Tomo XXX, trim. 1-2, 1914, p. 104-106. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.1, enero-junio 1944
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