Fénix 10, 142-148
148 FENIX llaba haciendo 20 pulgadas de agua por hora, fué tratado delante de toda la marinería, como de costumbre, con denuestos é injurias, lo que dió lugar á que el General prescindiese de asistir á la mesa, prefiriendo alimentarse del rancho de la tripulacion. Esta vida seguia hasta cuando se me ha desembarcado. La llegada del "Saehaca", con la nueva del triunfo de Arica por las fuer- zas del Gobierno, aumentaron los brios de sus esbirros, y mas tarde el rno- vimiento descabellado del referido vapor, dió lugar á nuevos excesos.- Se verificó el movimiento á las 12 de la noche del 1 V e Junio; hallábase el Ge- neral durmiendo tranquilo en el coy que pocos dias antes se le habia hecho; se le despertó bruscamente; y á medio vestir se le llevó á empujones á ia cámara, custodiado por uno de los capitanes. Varias veces preguntó lo que acontecia, y Carreño, con revólver en mano, como todo cobarde, y en tono amenazante contestaba: "que el "Sachaca" se habia pronunciado, que ignoraba sus preten- "sion~es,pero que estaba resuelto á desaparecer al individuo que se opusiera á "su camino"; lo que en términos claros quiso indicar que !e asesinaria antes de darle libertad. Al siguiente dia, y antes que pudiese suministrar algunos datos al General, se me lanzó del "Guisse", quedando así expatriado por la voluntad del caba- llero Carreño, quien presa de sus criminales acciones, veia en mí un enemigo de su causa. No atraviéndosr á hacerme cargo alguno directo, y debiendo justificar sti conducta ante el señor Pezet, forjó la superchería de que me habia encontrado infraganti con un vale dei General por la cantidad de 25,000, con el que debia sobornar á algunos oficiales.- Todas estas calumnias no han tenido otro fin que lograr ascensos y dinero. Dos puntos culminantes de esta narracion. Como la naturaleza y grave- dad de la enfermedad del Mariscal, merced á las circunstancias que lo rodea- ban, los desacatos y ninguna consideracion á su persona, han sido puestos de manifiesto en una declaracion que con fecha 25 de Agosto presttr el que sus- cribe en la Inspeccion General del ejército por órden del Ministerio; como dichas declaraciones no fueron del agrado del Gobierno, se las reservó. Satisfago con esta indicacion, la susceptibilidad de algunos. M. C. Roman (De El Nacional: Lima, 24-XI-1865). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.10, 1954
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