Fénix 10, 261-286

FENIX qué importa que halle en el placer hastío y el mundo cebe su impiedad en mí?. . . ¡Muy joven soy para morir, Dios mío, y está cifrada mi esperanza en ti! (En Lrr 1lus:ración: Año 1, N? 4, pp. 44-45; Lima, 28-V-1853.) MI CORAZON TE ADORA (La ví y la amé). ¡Ayer la ví!. . . Los rayos de sus ojos aún retratan la paz de su conciencia; y aún se ve su candor y su inocencia en la sonrisa de sus labios rojos. ¡Un ángel es! Ayer, a sus en,ojos, las sombras disipó de mi existencia: bañó su frente del candor la esencia, y tiñeron su faz dulces sonrojos. iAyer la ví!. .. mas hoy mi afán creciendo, miro que hermoso a deslumbrerme empieza de mi esperanza el Sol.. . A! fin comprendo por qué se escalda mi pupila ahora. . . ¡Siento en el alma funeral tristeza! ¡Mujer, mujer!. .. mi corazón te adora. En L a Ilustracián: Año 1, N? 11, p. 128; Lima, 20-VII-1853. Fechado, a l final: "San Carlos, julio 4 de 1853". FRAGBIENTO DE UNA LEYENDA TITULADA "ISABEL" ¡Pobre Isabel! Ya lánguida no brilla de su pupila el virginal fulgor: se ha apagado el color de su mejilla; iya de sus labios se apagó el color! Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.10, 1954

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