Fénix 10, 287-297
288 FENIX sinuando que la divulgación violenta la vzrginidad d e la obra y el íntimo afecto del autor. N o obstante confesar su afinidad con el realismo y la ineludible subordinación del escritor al estudio d e la realidad, Augusto Aguirre Morales supone, equívocamente, que la prepa- ració? lesiona Ia esponianeIa=d y la autenticidad de la obra: "Toda ~ r e ~ a r a c i ó n , eil Arte, es premeditación; y entraña, por l o tanto, alevosía con el lector. Y o e r ~ t ~ e n d o que todo aquello que e n literatura se prepata adolece, casi siempre, d e irremediable falsedad. Y o n o puedo prepaiar ncda, por la sencilla razón d e qu e trabajo e n carne viva, sobre realrdad, sobre verdad". Y José Chioino se refiere, morosamente, al proceso d e la creac:Ón: "Pre- parar es gozar. puesto que, para mí , todo l o qu e t e rm~ n atiene u n sabor trágico. . . Aún n o h e resuelto si es más sugestivo dejarse leer que comprender; y si es más interesante vivir la impresión d e u n libro, que la muerte d e u n secreto". Pero, a despecho del tono y l a intención, fodas las respuestas denotan amargura, porque nacen d e la soledad. Hacen evidente qu e los escritores esperan y temen la incomprensión o la indiferencia. Lentamen- te, y a través d e sucesivas experiencias, consumen el entusiasmo provocado por la crea- ción. Aún sugiere la encuesta otra reflexión fundamental, si se efectúa u n balance entre los proyectos y las realizaciones. Por ejemplo: Alberto Uieta anunció tener listo para la imprenta u n libro d e poemas, titulado Las tiendas del desierto, que sólo vió la luz pú- blica en 1933; José Gálvez anunció estar pronto a publicar un poema escénico, titulado Cuento d e antaño, escrito e n 1909 y cuya impresión ha sido efectuada e n 1955 por la Es- cuela Nacional d e Arte Escénico; Clemente Palma anunció "una novela d e reconstrucción hisfórica del tránsito del coloniaje a la república, e n Lima", de la cual había publicado dos capítulos, sin duda aquellos que insertó e n julio de 1915 la revista Cultura bajo el epígrafe d e La nieta del oidor, y cuya contrnuación no fué acometida por el autor; Carlos Wiesse cree "que encontraría lectores para unos estudios monográficos d e las reclamacio- nes originadas por los grandes zegociados d e nuestra historia republicana", pero jamás abor- dó su redacción. Y , e n impresionante d e s f ~ i e , asoman, a través d e las resp~estas: libros cuya aparición se anficipaba como inmintnte y n o han sido editados aún; libros frustrados, que debieron ser compilaciones d e escritos dispersos, y cuyas páginas continúan tal vez e n pu- biicaciones volanderas, aguardando la mano celosa que las reúna; y libros, e n fin, que sólo existieron en la mente de sus aufores. Pocos son los casos e n los cuales se advzerte que la voluntad ha logrado poner cima a u n proyecto más o menos ambicioso. Quien sabe si el más elocuente es el d e José Carlos Mariátegui, pues supo realizar todos los proyectos que anunci6: una selección de sus arfícu- los y ensayos, aún sin tífxlo, y que fu6 llamada La Escena Contemporánea; la "publicación d e una revista d e crítica", tentativamente denominada "Vanguardia" y que e n 1926 apa- reció bajo el nombre d e Amauta; y "un libro sobre el Perú". cuyo plan apenas tenía es- bozado y dobía contener los Siete ensayos de interpretación de !a realidad peruana. Tam- bién es ilusfrativo el ejemplo d e Luis Alberto Sánchez, quien anunció una Historia de la Literatura Peruana, e n "cuatio o cinco tomos", y e n 1950 ha editado los seis del fexto de- finitivo, cuya importancia hace olvidar el hecho d e no haber aparecido aún los dos libros sobre hisforia qu e decía tener e n preparación. Y e n el mismo plano se hallan: Oscar Miró- Quesada, cuya versátil fecundidad ha dado colmados frutos, ron sacrificio d e la especiali- zación criminalisfa anuficiada e n esta encuesta; María Wiesse y Ezequiel Balarezo Pinillos. Pero, d e otro lado, aún están cinco libros e n las manos sonoras d e José Gálvez: tres poe- rnarios, una monografía de su provincia natal, y unas apuntaciones al Diario de Lima es- crito por Francisco y Joseph d e Mugeburrr. Jamás fueron escritos los seis cantos que José Santos Chocano proyectó para integrar El Hombre Sol. Aú n n o ha sido Impreso el segun- do tomo d e la segunda edición d e El Pueblo del Sol, que Augusto Aguirre Morales pro- metiera; n i los dos libros d e cuentos y las tres novelas cuyas origii~aleshabía "acordado mandar" a una editorial española. Y l o mismo puede decirse con respecto a las obras enumeradas por Antonio Garland, Luis Berninsone o José Torres d e Vidaurre. Esfudia, lector amigo, la encueefa ( 9 qqrie a título documental trascribimos a coi~ti- nuación. Pero sin escatimar la simpatía, y recordando cómo oscurece el soliloquio las más brillantes ideas. Y podremos convenir que el libro posible y el genio latente son signos d e u n momento e n el proceso d e toda cultura. A. T . (:S) Apareció en sucesivas ediciones d e la revista Variedades, de Lima, eilire el 30 de mayo y el 19 de setiembre de 1925. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.10, 1954
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