Fénix 11, 94-125

LA NARIZ A NARIGONIDES (1) Erase una nariz como una loma; érase una nariz como un pescante; érase una nariz cual cabrestante que se enrosca cien brazas de maroma: era el rinoceronte en que Mahoma recorrió medio globo en un instante; nariz que no conoce semejante, ni hay cómo ponderarla en nuestro idioma: nariz que cuando Rímac anchuroso su espumoso raudal súbito engruesa, y aquí embiste, y allá su furia estalla con ronca voz, con ímpetu fragoso, puede muy bien servir en una pieza de tajamar, de puente y de muralla. A RABULA Erase una nariz como un peñasco, érase una nariz mayor que torre, nariz que en los diez y ocho siempre corre por no aguantar de una derrota el chasco. Nariz que sólo al verla daba asco, nariz que cuando hay plata luego acorre, nariz que a una pandilla vil socorre cuando el cielo amenaza algún chubasco. Nariz que se asemeja a un gran paraguas, (mi señora nariz, no se me engrife), nariz gran amigota de las naguas. Se paseaba una vez en un esquife; un viajero la vió rodeada de aguas y dijo: Este es el pico Tenerife. (2) Una versión de este soneto fué incluída, por José Toribio Polo, entre las poesías de Manuel Bartolomé Ferreyros que aparecen en su Parnaso Peruano (Lima, 1862). Y al- guna importancia da a esta atribución el hecho de no haber sido desautorizada por el pre- sunto autor, ni por Felipe Pardo y Aliaga, a quienes ligaba una vieja y sólida amistad. Pery cabe recordar que éste excluyó de la compilación de sus poesíes todas las que consagro s: La Nariz; y, en segundo término, que la versión editada por José Toribio Polo presenta algunas alteraciones, tal vez introducidas por Manuel Bartolomé Ferreyros e n el texto ori- ginal, y que denotan su origen en cuanto quiebran la unidad ideológica. Tal ocurre con el octavo verso, que dice: "ni es fácil traducirla a nuestro idioma". Y con el penúltimo, donde se lee: "puede ufana ~ervir". .. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.11 1955

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