Fénix 12, 145-182

ALGUNOS ARCHIVOS HISTORICOS Y REPOSITORIOS DE LIMA 153 mil los cuadernos y papeles que era iniposible arreglar con un solo arna- nuense. Estimaba así en 91 mil las piezas que presentando una masa com- pacta cubrían casi en su totalidad el piso. Dice que el Inventario desapareció y explica que aunque existiese de nada hubiera servido porque además del desorden, la mayoría de los documentos nunca fueron inventariados. En Mayo de 1897 se retiran del Archivo documentos sobre límites, p o r el Jefe del Archivo Especial de Límites (8). En Noviembre de 1899 consiguió el Director que el secretario y ama- nuense d,el Tribunal Disciplinario pasaran a prestar provisionaimente sus ser- vicios en el Archivo. Pasaron en esta calidad don Plácido Jiménez y don Ben- jamín Alfaro. En Abril de 1900 se retiró don Hugo Magill -el autor de la "Koticia sobre el Estanco Colonial"- que desempeiíaba el cargo de amanuen- se. En 1901 ingresó en ei Archivo como amanuense don Domingo Rey y Alvarez Calderón. Don Carlos Romero presentó una propuesta para el arreglo del Archivo Colonial, la que fué aceptada y luego comunicada al Director con fecha 19 de Abril de 1900. Se dispuso ento.nces que el Archivo de Hacienda Colonial fuera trasladado a un salón de la Biblioteca Nacional. En esta época el Director de la Biblioteca tuvo a su cargo el Archivo. En 1902 el Congreso suprimió las partidas del Presupuesto lo que dió lugar a que do,n Plácido Jiménez y don Francisco Rey presentaran su renuncia del cargo que desempeiíaban (9). El 3 de Agosto de 1903 se despide de ia Dirección del Archivo Na- cional don Luis Benjamín Cisneros manífestando lo rnucho que se ha hecho y lo más que debe hacerse en esta difícil labor (9a). Se habían inventariado 576 legajos con un total de 4,155 cuadernos. El 23 de Marzo de 1904 acepta la Dirección del Archivo don Cons- tantino Salazar, Catedrático de la Universidad; y en su primera Memoria manifiesta que "la falta de técnica en la lectura de la letra antigua hace me- ritoria la labor de esta oficina, pues, con un director que no tiene porque ser paleógrafo., su misión será la revisión de los estraceos hechos y formación de inveritarios y catálogos, y un amanuense que con el reducido sueldo sólo pue- de copiar los borradores que se le entreguen, el trabajo sería nulo". Pide en- tonces un empleado que entre otras cualidades sepa leer los nianuscritos exis- tentes. Agregaba: "Cumpliendo con un deber de justicia recomiendo para este puesto a Manuel Santiago Romero, actual peón de confianza, que por su feliz disposición para la lectura de la letra antigua ha sido quién ha hecho gran parte de lo que en la materia se ha realizado husta ahora en este aiío". Con fecha 15 de Julio de 1909 el Director expresaba en su Memoria de un modo descon~oIadorque es triste la impresión que se experimenta al estudiar 'esta oficina, en su local ruinoso, deficiente personal y triste estado de los elementos que lo forman. (8) Luis Antonio Eguigureri.- El Archivo Nacional de1 PtrU. Breve Iiiventario de Expedientes. T. 1. 1949. ("Dos Palabras"). (9) Eguiguren, Ob. cii. (9a) Ibid. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957

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