Fénix 12, 183-213

en que se d~c i d í ó elegir un sitio conveniente para le fundación de la Ca- pital del Perú, hasta ,el 17 de noviembre de 1539. La ortografía y !a cor~i;.trucciór, gramatical del texto original han sido escrupulocarnen:re conservadas en ia transcripción. E! editor es el sefior don Enrique To- rres Saldamando, ya favorablemente conocido como <ut.or de la Wis- toria de !os Jesuitas en el Perú. El señor Saldamando 112 enriquecido la chr2 coa uaa introducción y sumerosas notas. E': :?péndice contiene blcgrafias de !cs fundadores y primeros pobladores de Lima, y de sus dscceadientec; estudios sobre la historia posterior de Ic: ciudad, y so- bre la irnportacte cuesti.ón de las encomiendas ó premies dados a los conc,uistadores del Perú; y urr plano primitivo de la ciudad y de !a di- .visión de 1.a~cailes, con noticias de los primitivos y actuales posee- dores. La obra fué pasada a una comisión compiiesta de tres de los más eminentes fiombres de letras de! Per6, cicn José Antonio de La- va'le, Don Ricardo Palma y don Eugenio Earrabure y 'Ur~ánue,cuyo favorable informe, fechado en enero de 1889, opina por que la publi- cnción debr i:er hecha por el Concejo Pmvinciai de una mariera que correspo~claa la inmortalidad de la obra. El libro será, zegún parecc, inr:prtso en Eusopa bajo la vigilancia del sefior Torres Saldaiilarido". El aiio 1889 fue uno de !os más pmfícuos de Torres Saldamando. Por carta de José Toribio Medina a Ricardo Pa!ma, fechsda e1 24. de setiembre de 1888, nos enteramos que publicó un artículo sobre el Padre Peñas en la re- vista Progreso de Santiago. (1). E n "El Perú ifustictdo" (Lima, 27 de Julio de 1889) publicó la bio- grafía de "El Conquistador don Dicgo de Agüero", que más tarde insertó en el tomo 1Qdel Libro del. Cabildo (págs. 388-391, nota níímero 59 y no en 1ü nota 64 que equivocadamente cita la revista). Aquel mismo año emigra a otras tierras. Sa:ió de su patria a la edad de 43 años, y se radica cn Chile, donde cultiva amistad con los principa1,es intelectuales según lo confii-niamos por carta de Medina, fechada el 10 de agosto de 1889 en Santiago, que dice: "Torres Saidarnando viene a verme con frecuencia. Parece que trabaja y que no está del todo descoritento por acá". (2). En realidad, Saldamando no tuvo en su propio país e! apoyo que su vasta erudición r'equería, y por eso hubo de buscar otros horizontes. En sus nuevos lar-es prosigue sus trabajos históricos, acopia libros, escudriña archi- vos y da sucesivamente a la publicidad, en diarii>s y revistas, estudios de ca- rácter biográfico, 'iradiciona: y genealógico Aut~queTorres Saldamando vestía el hábito sacerdotal no creemos que ejerciera ninguna función eclesiástica. Pudo alcanzar una vida holgada sin privaciones ni miserias, sus dotes inlelectua'es lo hubieran encurnbrado, pero permaneció leal a su vocación For la historia. Bieri lo dice el distinguido historiador y bibliógrafo boliviüno Cabriel René-i'iloieno (uno de los más fieles adaiir::dores de su talento y de sus obras) en su Biblioteca Peruana (1) Medi.la, José Toribio: "Cárfas dirigidas a Ricardo P ~ l m ' ' , publicadas por Alberto Tacro. En Féiiix. Lima, 1952, riO 6, p i y . 424. ( 2 ) Ob. cit. pág. 426. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957

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